martes, 27 de septiembre de 2011

Vicio YamaJima!!!

Konbanwantsu people 8D

Bueno, no, esto no es un fic YamaJima, es una entrada random más de mi vida fangirl -w- nimodo!
Hoy [me siento como si estuviera escribiendo un diario xD] después de ver el capitulo 12.5 de "Sekaiichi hatsukoi" y ver el preview de la segunda temporada en el tubo [aka YouTube] volví a ser más feliz~
Y como ustedes saben, en el tubo puedes encontrar de todo, una cosa te lleva a la otra y al final terminas viendo cosas que ni siquiera tienen que ver con el primer video que viste, ¿o no? :3
Eso me pasó a mi, un video con la imagen de Yuto llamó mi atención, ya saben el tipico "WTF! ¿que hace Yuto aqui?... veamos *O*" [si, hablo conmigo misma frente a la lap y que! -w-]
Así fue como me encontre con estos videos que deseo compartir con todas y todos ustedes, en especial a las y los amantes del YamaJima, no se por que son tan condenadamente hermosos!!! *---* y eso me hace feliz y deseosa de llenar el mundo de más YamaJima!! Pero como estoy en mi etapa "rebelde" (?) voy a hacer mi ansiado InooChii aunque a nadie le guste y nadie lo lea o.ó

¿Por que siempre me desvio del tema? ;___;
En fin, vean estos bellos Fanvids YamaJima que No son mios!! los encontré en el tubo y son propiedad de sus respectivos creadores!!!
Aqui los tienen~ :3




Siii!!! es la canción de Sekaiichi Hatsukoi *----* aaw yo amo esa canción~



Ahora ya me gusta muchisimo más esta canción de JUMP ;O; aaw~~



Sangre~~~~ *---* asdasd no soy muy fanatica de la sangre xD pero este me gusto xD

Así pues, cierro esta entrada con vicio YamaJima esperando encontrar más *---* mientras trato de superar este terrible dolor de cabeza ;___; que no me deja en paz desde la tarde u_u

Gracias por leer la entrada random :3
Pronto más fics~ ^^

lunes, 26 de septiembre de 2011

Obsess [Cap. 16]

Hola gente linda *---*
Ya estoy aqui con un capitulo más de Obsess~ :D
Y con esto mencionó que el 12 de Septiembre cumplí 3 años de escribir fics LOL ~Cuanto tiempo~
Muchas gracias lectoras y lectores por seguir mis fics ^^ Ahora sin más que decir disfrúten este capitulo~ :D
-----------------------------------------------------------------------------

Capitulo 16

Caminaba de regreso a su casa, triste por haber dejado a Yuri atrás, pero ya no había nada más por hacer, solo serían cinco días, debía sobrevivir y alejar a su madre en ese tiempo.
Al caminar un poco más, pudo observar a dos personas bastante familiares para él, al acercarse un poco más pudo notar que esas personas eran Daiki y Yabu.
Pretendía saludarlos como de costumbre, pero al notar la forma en la que se estaban mirando y la atmósfera que se había formado entre ambos se detuvo en seco. ¿Qué podía hacer? ¿Irse y aparentar no haber visto nada? No, no podía hacer eso, así que con decisión se acercó un poco más y los saludó.
-¿Y ustedes que hacen aquí tan solos?-

Yabu y Daiki acababan de entrar en un mundo en donde solo ellos dos se encontraban y en el cual podía ocurrir cualquier cosa, hasta que de pronto una voz los hizo regresar a la realidad de golpe.
-¿Y ustedes que hacen aquí tan solos?-
Rápidamente dejaron de mirarse, nerviosa y torpemente Yabu se puso de pie solo para toparse con la fría mirada de Takaki.
-Ah Yuya, que sorpresa verte-
Saludó Yabu tratando de ocultar su nerviosismo. Por otro lado, Daiki giró su cabeza, estaba tan ruborizado que no deseaba que Yuya lo notara.
-Les hice una pregunta-
Dijo Yuya con seriedad al mismo tiempo que cruzaba sus brazos.
-Bueno, nada en especial ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?-
Respondió Yabu tratando de sonar lo más normal que pudo, aunque evidentemente eso era imposible, su nerviosismo era obvio.
-Tuve que hacer algo, pero ya que los encuentro creo que no será una mala idea pasar un rato con ustedes-
Sugirió Takaki aparentando sonreír amablemente, a decir verdad no permitiría que esos dos se quedaran solos de nuevo, no sin antes hablar seriamente con Yabu al respecto.
Repentinamente Daiki se puso de pie y dijo rápidamente.
-Yo debo volver, acabo de recordar algo importante-
Así, sin siquiera mirar a ambos mayores, se fue corriendo del lugar, estaba nervioso y muy avergonzado, en verdad no deseaba ser visto por lo que decidió huir directo a su casa lo más rápido que sus temblorosas piernas se lo permitían.
Al haberse ido Daiki, al fin Yabu y Takaki se quedaron solos.
-Me gustaría hablar contigo, ¿O acaso tu también vas a salir huyendo?-
La forma en la que Takaki hizo esta pregunta provocó un escalofrío en la espalda de Yabu.
-¿De que quieres hablar conmigo?-
Preguntó ligeramente nervioso.

Tras aquel fuerte abrazo, Inoo se separó lentamente del cuerpo de Ryutaro.
-Lo siento-
Se disculpó bajando la mirada.
-No importa, ¿lo necesitaba cierto?-
Preguntó Ryutaro con una amable sonrisa en el rostro. Lentamente Inoo levantó la mirada.
-No sabes cuanto… en estos momentos solo quiero… alejarme de todo… desaparecer si es posible-
Al decir estas últimas palabras, Kei desvió la mirada.
-¡No diga eso por favor!-
Suplicó Ryutaro con desesperación, ni siquiera se atrevía a imaginar su vida sin la presencia de su amo, le aterraba la idea.
-¿Eh? ¿Por qué lo dices?-
Preguntó Inoo con voz débil y bajando la mirada.
-Si usted desaparece… yo… no tendré una razón para vivir-
Las palabras de Ryutaro resonaron en su cabeza una y otra vez, al mismo tiempo que un calido sentimiento lo invadía por dentro.
-No debes decir esas cosas, eres demasiado joven aún, tienes mucho por vivir-
-Igual usted, por favor no diga que desea desaparecer-
Pidió Ryutaro con desesperación.
Al ver aquel rostro pudo sentir como su interior se llenaba más y más de aquel sentimiento que le oprimía el pecho.
-Tierno…-
Susurró mientras observaba fijamente a Morimoto, el cual se confundió puesto que aquella palabra fue perfectamente audible para él.
-Eres muy tierno-
Le dijo con voz más fuerte y firme, al mismo tiempo que al fin una sonrisa aparecía en su rostro.
Justo en ese momento Ryutaro se sintió avergonzado, su mirada se clavó fijamente en el rostro de Inoo, era tan hermoso… no sabía cuanto más podría contenerse.
-Tampoco… diga esas cosas-
Pidió mientras se ponía de pie rápidamente y desviaba la mirada.
-Es la verdad, gracias a tu ternura… me siento mucho mejor, gracias Ryutaro-
Esta vez, la voz de Kei era tan relajada, suave, como siempre. El escuchar aquello agitó el corazón de Ryutaro.
-Es… un alivio que se sienta mucho mejor… ahora debo irme… hay cosas que no he terminado-
Así, sin más, Ryutaro salió rápidamente de la habitación de Kei, estaba demasiado ruborizado, lo sabía puesto que sus mejillas le ardían.
En cuanto el menor salió de la habitación, Kei dejó escapar una sonrisa nuevamente, estiró ambos brazos hacia el frente y su mirada se clavó en el vendaje de su mano, lo miró fijamente y volvió a sonreír.
-Pequeño niño… con cosas así es imposible estar molesto contigo por algo tan tonto-
Así, sin más se levantó de la cama y salió de su habitación tranquilamente.
Bajó por las escaleras, algunas criadas lo observaban con preocupación, pero al regalarles una sonrisa amable, dejaron de mirarlo de esa forma y continuaron con normalidad su labor.
Caminó a paso firme, se sentía extraño, muy diferente, como si algo en su interior se hubiese iluminado y necesitaba expresarlo, y solo había una forma en la que él se podía expresar. Continuo con paso firme hasta llegar a aquella habitación, tomó la perilla, la giró y abrió la puerta, atravesó el lugar y de un solo movimiento logró abrir aquellas grandes cortinas que mantenían obscuro aquel lugar, iluminándolo con una tenue luz solar, se giró sobre sus pies y miró fijamente aquel lugar, tan limpio gracias a Ryutaro.
Respiró profundo, llenándose más de aquel sentimiento, así pues, caminó en dirección a su querido piano, tomó asiento en el banquillo, levantó la tapa y cerró los ojos.
-Mamá… esto lo dejaste solo para mí así que… voy a usarlo de ahora en adelante-
Extrañamente, una calida brisa entro en la habitación, la cual acarició gentilmente su rostro.
Aún con los ojos cerrados colocó sus delgados dedos sobre las teclas, una vez más respiró profundo, lentamente abrió los ojos y sin más, comenzó a tocar.
Todos los sirvientes podían escuchar claramente aquella melodía, les traía un sentimiento lleno de nostalgia, hace mucho tiempo que en aquella gran casa no se escuchaba el agradable sonido del piano del joven Kei, para todos aquellos que se encontraban dentro de la casa y que podían percibir aquel hermoso sonido fue como si el lugar se llenara nuevamente de luz, apareciendo así una sonrisa en cada uno de sus rostros.
Ryutaro había estado limpiando uno de los grandes ventanales cuando aquel sonido entro por sus oídos, quedándose grabado en su corazón en forma de pausadas pero resonantes pulsaciones.
Lentamente soltó aquel pedazo de tela que sostenía con su mano, cayendo así al suelo, aquello no le importó, ni siquiera fue capaz de notarlo, deseaba dirigirse a aquel salón de música, deseaba ver a su amado joven Kei tocar el piano como en aquellos días, lo deseaba tanto que sin más, sus piernas comenzaron a moverse y con pasos torpes y lentos fue dirigiéndose hacia aquella habitación.

Takaki había tomado asiento sobre el suave pasto, de forma un poco torpe y nerviosa Yabu hizo lo mismo.
-¿Y bien?-
Preguntó esperando no escuchar lo que claramente sabía.
-Ya habíamos hablado de esto ¿lo recuerdas?-
Yabu no respondió.
-Dijiste que aceptarías que Daiki esta ahora con Kei y que estabas conciente de que ellos se amaban, si esas palabras fueron verdaderas ¿Por qué haces que parezcan una mentira?-
Takaki miró fríamente a Yabu tras formular aquella pregunta.
-Yo… yo… no sé que es lo que me sucede Yuya… me estoy volviendo loco… este sentimiento… por más que lucho para hundirlo y desaparecerlo siempre surge cuando él esta cerca de mi, incluso cuando no lo esta, con tan solo escuchar su nombre me siento diferente… no dejo de repetirme una y otra vez que todo esto esta mal… lo sé perfectamente-
Mientras decía estas palabras, Yabu flexionó sus piernas y las abrazó con fuerza al mismo tiempo que intentaba ocultar su rostro.
Escuchar estas palabras solo hicieron que Takaki dejara escapar un pesado suspiro mientras movía su cabeza negativamente.
-Inoo ama a Daiki, ¿eso lo sabes cierto?-
Yabu no respondió, tan solo movió su cabeza de forma afirmativa.
-Tú te fuiste a Inglaterra, dejaste a Daiki en sus manos, ¿Cómo es posible que ahora intentes separarlos?-
A pesar de lo duro que podría sonar, Takaki mantenía un tono de voz relajado.
-Yo… no quiero separarlos…-
Respondió mientras sentía como un nudo se formaba en su garganta.
-Pues no lo parece, si continuas con esa actitud con Daiki vas a terminar por separarlos-
Al escuchar aquello, Yabu levantó la mirada, le asustaba escuchar aquellas palabras.
-¡Yo no quiero separarlos!-
Exclamó desesperado.
-¿Qué sientes por Daiki?-
Le preguntó Takaki manteniendo su tono de voz normal.
Yabu se quedó en silencio, desvió la mirada. Sabía que era algo que no necesitaba pensar demasiado, lo sabía, lo sabía perfectamente, en su mente estaba la respuesta, lista para salir de su boca.
Miró fijamente aquel lago, tan limpio, fresco, hermoso, como Daiki.
-Lo amo…-
Tras decir estas palabras, las lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos, silenciosas, Yabu no se atrevía a mirar a Takaki, así que solo continuo mirando al frente.
Para Takaki, esta no fue una novedad, ya no había nada que decirle a Yabu, así que solo se quedó en silencio, dejó de mirarlo para clavar su vista al frente, recargándose en el tronco de un árbol.

Llegó corriendo a su casa, ignoró por completo a su madre y a sus amigas, solo deseaba estar solo así que se dirigió a su habitación, cerró con firmeza la puerta y sin más, se dejó caer de rodillas sobre el suelo.
El corazón le latía rápidamente, había tenido el rostro de Kota tan cerca del suyo, esto inevitablemente lo remontaba a aquel recuerdo del pasado, haciendo que el color de su rostro aumentara.
-¿Por qué? ¿Por qué me siento así? No… no debo sentirme así…-
Se dijo mientras intentaba ponerse de pie, ahora las piernas le temblaban, tal vez y por la fuerza que había empleado al correr desesperadamente, al menos trataba de pensar de esa forma.
Torpemente logró llegar hacia su escritorio, tomó asiento y recargo su cabeza sobre él, después la levantó y se cruzó de brazos, al parecer ya estaba tranquilizándose un poco.
-Ne-necesito… calmarme…-
Eso intentaba, necesitaba hacerlo. Al enderezarse un poco más, miró de reojo el cajón que tenía de su lado derecho, lentamente levantó su mano hasta llegar a él y lo abrió lentamente, dentro de este se encontraba una pequeña libreta, lo recordaba, era un pequeño diario que escribía cuando era pequeño, la razón por la que había dejado de escribir en él fue la partida de Yabu.
-Pero ahora esta aquí… de nuevo…-
Murmuró mientras dudaba en abrir aquella libreta, pero decidió no hacerlo, ese sentimiento de culpabilidad lo invadió de nuevo, opacando así toda felicidad existente por lo antes ocurrido.
-No puedo…-
Sin más, guardó de nuevo aquella libreta y cerró con firmeza aquel cajón.

Estaba de pie en la entrada de aquella habitación, observando a Kei tocar el piano, a pesar de la herida en su mano parecía no molestarle en lo absoluto.
Una vez más Kei tocaba como en aquellos días, aquellos recuerdos se conservaban tan frescos en su mente.
“Tras haberse acostumbrado a su nueva vida, los días en la casa de aquella señora eran realmente agradables, recibía buenos cuidados y atenciones, a pesar de las pesadillas que lo atacaban cada noche, tras despertar llorando, recibía un cálido abrazo, en verdad era afortunado.
-¿A dónde vas madre?-
Preguntó el pequeño, su recuperación era exitosa, a tal grado que ahora ya podía llamar madre a aquella señora, y también había ganado a un hermano mayor el cual también lo cuidaba.
-Tengo que volver a la casa de Inoo-san, ¿Quieres venir? Tal vez puedas ver al joven Kei-
Sonrió la señora amablemente.
-¿El… joven Kei?-
Preguntó curioso.
-Fue él quien te salvó aquella noche ¿lo recuerdas?-
Como olvidarlo, aquel recuerdo llegaba a su mente cada noche.
-¿Quieres venir conmigo? Volveremos al atardecer-
Ryutaro le sonrió a su ahora madre y accedió a ir.
Al llegar a aquella gran casa el sonido del piano resonaba con gran alegría y sintiendo una gran curiosidad, corrió para averiguar de donde provenía tan alegre sonido.
Al llegar a aquel salón observó como aquel chico, sentado junto a una hermosa dama de cabello largo y rizado color negro el cual brillaba de una forma maravillosa gracias a la luz del radiante sol, tocaban aquella melodía en el piano.
La sonrisa de aquel joven junto a su madre era hermosa, radiante, definitivamente debía ser un chico muy feliz.”
-¿Qué haces ahí parado?-
La voz de Kei lo regresó al presente.
-Ah… yo… lo siento es que-
-Ven-
Le indicó Kei con una sonrisa, Ryutaro dudó por un instante, después torpemente entró en aquella habitación y se acercó a su joven amo.
-No sé de que otra forma puedo expresar lo agradecido que me siento, gracias a ti he comprendido tantas cosas-
Ryutaro estaba ligeramente confundido, y eso se hizo notar en su expresión un poco confusa.
Kei sonrió al notarlo.
-Tal parece que no puedes darte cuenta de lo que has hecho-
Ryutaro se ruborizó un poco y respondió tímidamente.
-Yo no he hecho nada joven…-
-Claro que si, me regresaste a mi madre-
Dijo Kei con voz tan suave y calida que aún hacía eco en la cabeza de Ryutaro.
-¿Eh?-
Dijo sorprendido, el no recordaba haber hecho semejante cosa.
-Gracias a ti, he decidido volver a tocar este piano que era de mi madre-
Ryutaro sonrió tan ampliamente tras escuchar esto que seguro podría correr alrededor de la casa gritando de felicidad, más sin embargo no lo hizo, solo sonrió radiante de felicidad.
-He comprendido que mi madre no me dejó solo, puesto que por algo te encontré en aquel lugar, estoy seguro de que mi madre te puso en mi camino para recordarme que no estoy solo-
Las palabras de Kei llenaban a Ryutaro de tanta felicidad que no sabía en que momento explotaría.
-Esto lo digo por que poco tiempo después de haberte encontrado… bueno, tu lo sabes, ella murió-
Kei bajó la mirada.
-Si usted es feliz con esa conclusión, entonces la acepto, definitivamente yo estoy aquí para no dejarlo solo en ningún momento, mañana yo iré con usted a la tumba de su madre-
La voz firme de Ryutaro lo hicieron levantar la mirada lentamente, estaba asombrado, aquel niño era capaz de hacerlo feliz de una forma tan fácil y con tan pocas palabras.
-Gracias-
Dijo con voz temblorosa.

Se había cansado de tanto pensar así que se recostó en su cama, cerró sus ojos para así intentar despejar su mente pero todo era inútil. ¿Por qué tenía tantas ganas de estar con Yabu nuevamente?
-Yo… olvidé ese sentimiento hace mucho tiempo y…-
Murmuró, y en su mente el rostro gentil de Kei apareció.
-No hay nadie que me ame más que él… y yo…-
De pronto, alguien tocó a la puerta, lo cual lo sacó de aquellos pensamientos y sentándose sobre la cama dijo.
-Adelante-
La puerta se abrió y una criada entró.
-Su madre me ha pedido que le traiga un poco de té-
-Gracias, déjalo ahí-
Dijo señalando su escritorio, la joven criada asintió y tras haber cumplido con su deber, salió de la habitación.
Al estar solo de nuevo, se puso de pie y se acercó a su escritorio, tomó la pequeña taza de porcelana entre sus manos, disfrutó de ese agradable aroma dulce, tomó un poco y sintió que su cuerpo se relajaba un poco más.
Aquella sensación era tan familiar, ahora que lo analizaba, así era como se sentía junto a Kei, relajado, tranquilo, sin preocupación alguna que atormentara su cabeza. En cambio, con Yabu era algo que aún no tenía bien definido, podía decir que había confianza, tranquilidad, seguridad, y ahora ese sentimiento extraño muy parecido al nerviosismo y acercándose a la ansiedad de poder tocarlo, de sentirlo cerca.
Ambos sentimientos muy diferentes ¿Por qué tenían que resultar así las cosas?
Estaba confuso, demasiado, aquel sentimiento se estaba aclarando cada vez más en su cabeza y por supuesto que en su corazón también, pero el aceptarlo le era imposible, ya que aquello significaba lastimar a otras personas y sobre todo así mismo.
Tomó otro poco de aquel té, después dejó la taza sobre su escritorio y tranquilamente, salió de su habitación, atravesó el pasillo, bajó la escaleras, escuchó como su madre y sus amigas conversaban sin parar, las ignoró, atravesó el vestíbulo, abrió la puerta y salió sin decir una sola palabra. Era como si su cuerpo se moviese por sí solo, al darse cuenta del rumbo que estaba tomando supo de inmediato que se estaba dirigiendo a casa de Kei, como siempre, aquello era su refugio, su santuario de tranquilidad, su cuerpo lo necesitaba así que se dirigía ahí sin pensarlo, aunque claramente, un sentimiento de culpabilidad atormentaba poco a poco su mente, sintiéndose muy mal de solo usar al mayor para escapar de sus preocupaciones. ¿Cuánto tiempo podría continuar así? Sabía que no por mucho, pero al menos ahora, no le quedaba otra opción.

-Ya no voy a preguntarte nada al respecto, has dicho lo que yo ya sabía, solo quiero que pienses bien en tus actos y que sea lo que sea que hagas, no lastimes a nadie-
Tras escuchar las palabras de Takaki, lo miró lentamente, sorprendido.
-Yo no quiero que Kei salga lastimado… pero no sé que hacer… si continuo así yo…-
-Entonces habla con Daiki, si él te acepta, ambos tendrán que decírselo a Kei-
Yabu bajó la mirada, estaba conciente de que Takaki tenía toda la razón.
-Hoy estas más serio de lo acostumbrado-
Le dijo Yabu notando aquel detalle. En cambio, Yuya solo suspiró profundo y se recostó sobre el suave pasto, cerrando sus ojos.
-¿Eso crees?-
-Eso veo, ¿pasó algo malo?-
Preguntó Yabu preocupado.
-He alejado a Yuri de mi madre por un tiempo, lo llevé a su casa por unos días, en ese tiempo tengo que alejar a mi madre, después volveré por él-
-¿Así que esa fue la única forma que encontraste para que no se enterara?-
Preguntó Yabu mirando fijamente el rostro de Yuya, el cual poco a poco se afligía cada vez más.
-No tenía otra opción…-
-Pero ahora te sientes solo y desesperado sin él ¿cierto?-
Preguntó Yabu, conociendo perfectamente bien aquel sentimiento que seguro Yuya experimentaba.
-Solo quiero terminar rápidamente con todo esto…-
-Sabes que si necesitas mi ayuda, puedes decírmelo-
Yuya abrió los ojos y se topó con la sonrisa de Yabu, la cual correspondió.
-No sabía que este lugar era tan tranquilo y relajante-
Dijo Takaki reincorporándose y mirando fijamente el lago.
-Lo es-
Le respondió Yabu mirando en la misma dirección.

Tras aquello, Kei volvió a tocar una nueva melodía en su piano, Ryutaro se quedó ahí, de pie junto al piano, con los ojos cerrados, disfrutando plenamente de aquel hermoso sonido.
De repente, escuchó como alguien llegaba, lo sabía por el movimiento de afuera, por un instante dejó de prestarle atención a la melodía de Kei y tratar de escuchar quien había llegado.
-Bienvenido joven Daiki-
Escuchó que una de las criadas dijo aquello, eso solo significaba que era hora de retirarse, no deseaba ver como Daiki disfrutaba también de la melodía del joven Kei, así que silenciosamente comenzó a retroceder para salir de la habitación, pero justo cuando estaba llegando a la puerta, la voz de Daiki lo tomó por sorpresa.
-Ryutaro-kun ¿Qué haces aquí? ¿Quién esta-
Apenas Daiki formulaba la segunda pregunta cuando al asomarse pudo ver a un concentrado Kei tocando el piano.
Era la primera vez que lo veía, había escuchado que Kei tocaba el piano pero nunca lo había presenciado con sus propios ojos, estaba completamente asombrado.
-Kei-
Expresó con sorpresa entrando por completo en aquella habitación, Ryutaro presencio con frustración como el joven Kei dejaba de tocar el piano para mirar a Daiki y sonreírle ampliamente, sabía que no tenía por que seguir observando aquello, le dolía, así que sigilosamente se marchó, y regalándoles un poco más de privacidad, tras salir cerró cuidadosamente la puerta.
Kei logró escuchar como la puerta se cerraba y notó que Ryutaro ya no estaba ahí, se sintió extraño, pero aquello se opacó tras escuchar a Daiki.
-¿Por qué no habías tocado antes? Es la primera vez que te escucho y es magnifico-
Kei sonrió torpemente y no respondió.
-Me alegra que hayas venido, si no llegabas en un rato más pensaba en ir por ti-
-Lo siento es que… estaba haciendo unas cosas en casa-
Mintió, desviando la mirada y sonriendo torpemente. Kei le acarició la cabeza y después tomó su mano con gentileza.
-Me alegra que estés aquí, ¿te parece si comemos algo?-
-No tengo hambre, mejor toca otra melodía, quiero escucharte-
Por alguna razón, Kei no deseaba hacerlo, no se lo podía explicar, simplemente no podía.
-Estoy un poco lastimado de mi mano y con solo haber tocado un poco comienza a dolerme, creí que se mi quitaría pero parece que no funcionó-
Se excusó torpemente, esperando que Daiki comprendiera.
-¿Cómo fue que te lastimaste la mano?-
Preguntó Daiki preocupado.
-Fue un pequeño accidente, nada importante, ven, salgamos de aquí, escuché que la cocinera ha hecho galletas y quiero comerlas-
Dijo Kei en un tono ligeramente infantil, Daiki sonrió y aceptó seguirlo.

Ryutaro estaba refugiado en la cocina, sentado en su pequeño banco de madera, observando como Yamada ayudaba a lavar unos platos, esperando escuchar de nuevo el sonido del piano. Pero los minutos pasaron y nada, ¿Por qué el joven Kei no tocaba de nuevo? Estaba pensando en tantas posibilidades cuando Ryosuke lo sacó de sus pensamientos salpicándole un poco de agua en el rostro.
-¡Despierta!-
Dijo en tono de broma mientras sonreía al ver el rostro malhumorado de Ryutaro.
-No tenías que mojarme, estoy despierto-
Se quejó mientras secaba su rostro con la manga de su camisa.
-Debes estar muy contento tras haber escuchado al joven Kei tocar el piano ¿no es así?-
Repentinamente las mejillas de Ryutaro se ruborizaron un poco.
-¡No es verdad!-
Exclamó tímidamente.
-Oh si, como tu digas, ahora deja de soñar y ven a ayudarme con los caballos-
Le dijo Ryosuke salpicando una vez más el rostro de Ryutaro con agua.
-¡Te dije que no me mojes!-
Gritó malhumorado mientras lo seguía rápidamente, mientras que Ryosuke no dejaba de reír.

Ambos estaban en la habitación de Kei, disfrutando de unas deliciosas galletas y un poco de leche.
-No puedo evitar el sentirme un niño pequeño con esto-
Dijo Daiki mientras terminaba de tomar su leche.
-Eres un niño pequeño-
Le dijo Kei con una tierna sonrisa.
-¡No lo soy!-
Exclamó Daiki en forma de puchero.
-Si, como digas, como todo niño bueno haz terminado tu leche, muy bien-
Tras decir esto, Kei acarició la cabeza de Daiki como si de una mascota se tratase.
Esto de alguna manera, hizo bostezar a Daiki.
-¿Estas cansado?-
Preguntó Kei.
-Creo que si, no he hecho nada agotador pero siento mucho sueño-
Respondió Daiki mientras se frotaba un ojo.
-Tal vez sea el efecto de la leche la que te ha causado sueño, ¿quieres dormir un rato?-
Tras la pregunta de Kei, lo miró sonriente y asintió con la cabeza. Fue entonces como el mayor se recorrió hacia el otro extremo del sillón, Daiki ya estaba acostumbrado así que con el espacio libre, se recostó recargando su cabeza sobre el regazo de Kei, el cual comenzó a acariciar tiernamente su cabeza.
Como un hermano mayor, pensó Daiki, sintiendo su cuerpo relajado, sus parpados pesados los cuales se cerraban poco a poco, su respiración se hacía cada vez más suave hasta que poco a poco fue cayendo en un profundo sueño relajador.

-¿Iras por él en cinco días?-
Preguntó Yabu a Takaki, ahora ambos caminaban un poco por el bosque.
-Sí, eso fue lo que le prometí-
-Pero y si no logras alejar a tu madre en ese tiempo, ¿Qué piensas hacer?-
Esta pregunta hizo que Takaki se detuviera, bajara la mirada y respirara profundo.
-Si eso llega a suceder, tengo un favor que pedirte-
Yabu se sorprendió, la expresión de Yuya era bastante seria, así que se dispuso a escuchar con atención.

Keito bajaba tranquilamente por las escaleras, apenas apoyó su mano sobre el barandal cuando este tembló un poco, lo cual lo hizo asustarse un poco.
-Ten cuidado hijo-
Escuchó que su madre le decía desde abajo.
-Descuida-
Le dijo tranquilo, terminó de bajar las escaleras y se acercó a su madre.
-Aún no logro conseguir quien repare esa cosa, es muy peligroso, esta mañana tu padre casi se cae por apoyarse fuertemente en el barandal, en una verdadera molestia-
Se quejó su madre.
-¿Ya enviaste a alguien a buscar en el pueblo? Tal vez haya alguien que pueda reparar esto-
Dijo Keito.
-He enviado al mayordomo, pero parece que no sabe bien en donde buscar a un herrero-
-¿Un herrero?-
Preguntó Keito repentinamente.
-Si, un herrero, ¿Qué no sabías que la persona indicada para arreglar esto es un herrero? Y yo que creí que eras inteligente hijo mío-
Sonrió la señora torpemente, lo cual solo hizo ruborizar a Keito.
-Si lo sabía, lo que pasa es que yo sé en dónde hay uno-
Dijo con una sonrisa un poco nerviosa.
-¿De verdad? ¿Cómo sabes eso?-
-La otra vez que caminaba por el pueblo ví a uno, si quieres puedo ir por él-
Sugirió Keito ligeramente emocionado.
-No es una mala idea, el mayordomo irá contigo-
Así, Keito y su mayordomo salieron rumbo al pueblo, Keito sabía perfectamente en donde estaba dicha herrería, no podía evitar sentirse emocionado con cada paso que daba.
Cuando al fin llegaron, Keito pudo observar como aquel joven de piel morena y ropas sucias por el trabajo el cual recordaba perfectamente bien su nombre, Hikaru, estaba ahí, trabajando.
-Eh… disculpa-
Dijo torpemente, pero Hikaru no escuchaba ya que el ruido que él mismo hacía tras golpear el ardiente metal era tan fuerte y además estaba plenamente concentrado en su labor.
-¡¡Hikaru!!-
Gritó después de varios intentos, obteniendo así la completa atención del mayor, quien lo miraba curioso.
-No tienes por que gritarme, ya te había visto-
Sonrió Hikaru.
-Lo siento, creí que no me habías escuchado-
-Te escuché, pero no puedo distraerme en esto, ¿Qué es lo que quieres en este lugar?-
Preguntó Hikaru de nueva cuenta con una sonrisa, al parecer era un chico que a pesar del trabajo duro, siempre estaba de buen humor.
-No le hable al joven Keito de esa forma-
Comentó el mayordomo con molestia.
-Déjalo, he venido a contratar tus servicios como herrero, necesito un brandal nuevo, ¿Puedes hacerlo?-
Hikaru sonrió victorioso.
-¿Qué si puedo hacerlo? Esa es una pregunta tonta, deja lo comentó con el dueño-
Dicho esto, Hikaru se puso de pie y caminó hacia adentro del lugar, poco después salió junto con un señor.
-¿Así que quiere un barandal? Bueno, necesitamos ir a tomar medidas si no le importa-
Keito sonrió amable al señor.
-Por supuesto, cuanto antes mucho mejor-
-Estaremos ahí mañana por la mañana, ¿ustedes son los que acaban de ocupar la casa de la colina cierto?-
Preguntó el señor con un poco de seguridad.
-Así es, estaremos poco tiempo pero aún así necesitamos tener la casa en buenas condiciones-
Respondió Keito.
-De acuerdo, mañana iremos, sé donde es-
-Muchas gracias-
Así, Keito se reverenció agradecido, de igual forma lo hizo el dueño. Sin más, él y el mayordomo se marcharon de regreso.
-¿Qué tanto miras? ¡Ponte a trabajar!-
Le dijo el señor a Hikaru dándole un golpe en la cabeza.
-¡Si señor!-
Exclamó Hikaru, dejando así de observar como Keito se alejaba.

No supo cuanto tiempo estuvo dormido, pero en cuanto abrió los ojos recordó que continuaba en casa de Kei y que incluso este no se había movido en lo absoluto.
-Despertaste-
Le dijo con voz suave mientras cerraba su libro.
-Lo siento, creo que dormí demasiado-
Se disculpó Daiki mientras se reincorporaba lentamente.
-Descuida-
Kei sonrió amablemente y Daiki lo hizo de vuelta, después miró hacia la gran ventana, comenzaba a anochecer.
-¡No puede ser tan tarde!-
Exclamó sorprendido.
-Bueno, pues lo es, ¿quieres que te acompañe a casa?-
-No, estaré bien, es hora de volver, parece que solo vine para dormir toda la tarde-
Sonrió torpemente Daiki.
-No importa, con tan solo tenerte junto a mí soy completamente feliz, incluso si solo estas dormido-
Dijo Kei con ternura, lo que ocasionó que Daiki se ruborizara levemente.
-Tengo que irme, vendré mañana-
-Esta bien, como no quieres que te acompañe, asegúrate de ir con cuidado-
La seriedad de Kei tranquilizaba a Daiki, siempre tan protector.
-Descuida, eso haré-
Así, sin más, se puso de pie, y seguido por Kei salió de la habitación.

-Es hora de irme a casa, tú también deberías hacer lo mismo, intenta descansar y tranquilizarte, si algo sucede no dudes en venir conmigo-
Dijo Yabu deteniéndose a mitad del camino.
-Yabu, no olvides lo que te pedí, ¿de acuerdo?-
-Sigo pensando que no es necesario, pero si tu lo dices, cuenta conmigo-
Takaki sonrió aliviado al tener el apoyo de su amigo, respiró profundo y estiró ambos brazos hacia arriba.
-Solo espero y esto termine pronto-
Yabu sonrió.
-Solo tienes que ponerle a tu madre las cosas claras, no puede obligarte-
Ambos chicos sonrieron y se despidieron.
-Intenta relajarte, te ayudará-
-Sin él no puedo estar tranquilo, pero lo voy a intentar-
Dicho esto, Takaki tomó un camino diferente y se alejó, Yabu lo observo unos minutos, después tomó el camino que lo llevaría a casa.
Mientras más se acercaba, más pensaba en las palabras de Takaki, necesitaba hacer algo y pronto, tal vez solo alejarse de Daiki por un tiempo y tratar de pensar en otras cosas… tal vez eso ayudaría un poco.

Comenzaba a obscurecer, pero aún no lo suficiente para lograr ver a Yabu no muy lejos de él, al parecer él también volvía a casa.
Su corazón latió con fuerza, emocionado, tal que no pudo contenerse en llamarlo.
-Yabu-
Este, al escuchar su nombre y la voz de Daiki, se detuvo en seco, opacando todo pensamiento y quedándose en blanco.
-Daiki-
Dijo suavemente mientras se giraba y lo miraba.
-¿Vas a casa?-
Preguntó el menor tratando de aparentar normalidad.
-Si, ¿Y tú? ¿vienes de ver a Kei?-
Tras formular la segunda pregunta pudo sentir una punzada en su pecho.
-Si…-
Respondió tímidamente.
-Que bien, bueno, tengo que irme-
Su voz ahora era fría, la razón, muy simple, estaba decidido a tratarlo así por un tiempo para suprimir aquel sentimiento.
Justo antes de que Yabu diese media vuelta, Daiki lo detuvo.
-Yabu…-
Lo llamó suavemente. Este solo se detuvo sin mirar atrás.
-Gracias por preocuparte tanto por mi… yo… en verdad aprecio eso-
¿Qué rayos estaba diciendo? Eso no era lo que quería decir, pero en realidad… ¿Qué deseaba decirle?
-No es nada, estoy acostumbrado-
Respondió Yabu un poco frío. Daiki pudo sentir aquel sentimiento y decidió mejor ya no insistir.
-Bien, me voy a casa, hasta mañana-
Así, Daiki comenzó a caminar, pero justo al pasar junto a Yabu, este lo detuvo del brazo y sin más, lo pegó a su cuerpo, abrazándolo fuertemente.
Estaba sorprendido de su propia acción, ¿por qué lo había hecho? Al parecer su cerebro no funcionaba correctamente cuando Daiki estaba cerca y tan solo actuaba por puro impulso, sin embargo esto poco a poco dejó de importarle, el sentir el cuerpo del menor entre sus brazos era demasiado agradable… sabía que tenía que detener aquello pero ahora… le era casi imposible.
-Yabu… ¿pasa algo?-
Preguntó Daiki, completamente sonrojado, nervioso, y sin embargo cómodo de estar entre los brazos del mayor.
Esto no estaba bien, necesitaba detenerse, y pronto.
De pronto, de forma un poco brusca, alejó a Daiki y sin mirarlo, comenzó a alejarse, sin decir nada, simplemente, se marchó, dejando al menor ahí, solo, confundido y con un gran nerviosismo invadiendo su ser.

-------------------------------------------------------------

Hasta aqui el capítulo 16 de Obsess~
¿Les gusto?
Como podrán darse cuenta, las cosas avanzan y avanzan~ me estoy esforzando mucho para no aburrirlas lol aveces siento que el fic se torna aburrido y sin sentido o.o pero trataré de no hacerlo así ^^

Quiero compartir con ustedes una experiencia que viví este sabado :D como les comenté en la entrada anterior, fui al evento de HSJ-México, y me diverí muchisimo, aunque mi acumulación de estrés no me dejó gritar y fangirlear tanto como de costumbre, aún así me divertí mucho :D
Dentro de este lindo evento, ocurrió algo inesperado~ Dos niñas lindas, Karen y Takumi, me pidieron un autográfo o////o al principio yo no estaba muy convencida de dárselos, digo, no me considero alguien digna de dar un autografo, pero fue tanta su insistencia que no pude negarme e hize mi intento de autografo [que honestamente fue feo y random -w-] Aún así, ¡Gracias Takumi y Karen! Me hicieron sentir especial *---*

Ultimamente mi mente esta ocupada recordando aquello y sonrió como torpe xD mis amigas me dicen "uuu~ tienes fama" y yo le digo "nooo Dx" por que bueno, yo no escribo fics para ser "famosa" ni reconocida, simplemente por que me gusta escribir y me gusta compartir lo que hago ^^

Después de mi pequeña anécdota, bueno, podrán ver que este fic va largo -w- Yo les dije que iba a ser largo!! y hablaba en serio o.ó
A decir verdad a mi me asusta que este quedando tan largo, siento que va a llegar a los 23 capitulos o.o bueno, eso ya lo veremos más adelante conforme desarrolle mis ideas, y es que con la aparición imporvisada HikaTo bueno, suma más capitulos xD al menos más espacio puesto que no les dedico mucho aún por lo mismo de que son improvisados y sufro pensando como los acomodo LoL

¡Ya 3 años escribiendo fics! >w<
Sugoi desu ne~ *---* es mucho tiempo para tan poco que he logrado evolucionar en mi escritura y redacción u_ú
Aún así voy a seguir esforzandome más y más para que se emocionen más y más con mis fics ^^

Esperen más actualizaciones pronto~

sábado, 24 de septiembre de 2011

[TwoShot] Comenzando de nuevo [Parte II]

Me tardé -w-
En verdad lo siento mucho, tuve una semana DEMASIADO complicada, estuve llendo al hospital por que mi mamá estaba internada, afortunadamente ya la han dado de alta y nuestras vidas vuelven a la normalidad ^^

Hoy estoy muy feliz, por que es el 4to aniversario de los JUMP y a decir verdad el single de Magic Power me ha hecho muy feliz *O* tanto member ai que se dan ultimamente hace mi vida plena y con sentido! [okey, tal vez exagero un poco]
Cuando al fin pude escuchar "School Days" iba yo en el autobús rumbo al hospital ayer y tuve que contener mi grito fangirlero LOL de igual forma me pasó con "GET!" esas eran las dos canciones que yo más esperaba y que más feliz me hacen, igual me encantan las otras dos, pero School Days será mi preferida hasta que saquen una que logre superarla xD

Aqui les dejo la segunda parte de este TwoShot ^^

-----------------------------------------------------------------------------------

Parte II

Trató de no darse prisa, de caminar natural y firme, pero por alguna razón sentía su corazón acelerarse de emoción de tan solo saber que ya estaba cada vez más cerca de casa.
“-Esta vez… ya habrá alguien en casa…-”
Pensó mientras una sonrisa de dibujaba en su rostro.

Al llegar a casa, abrió la puerta, todo estaba en silencio, ¿Acaso no había nadie?
-Que extraño…-
Murmuró mientras se quitaba los zapatos y entraba a la casa.
“-Ya deberían estar aquí-”
Pensó mientras dejaba su maletín sobre el sillón y caminaba sigilosamente.
No había nadie, eso era un hecho ¿Por qué? ¿Habrán tenido algún contratiempo con la mudanza?
Al preguntarse esto, miró a su alrededor y en el pasillo junto a las escaleras habían cajas.
“-Así que si llegó la mudanza-”
Lentamente subió las escaleras, sabía cual sería la habitación de Yuto, estaría justo a un lado de la suya, la que solía ser la habitación de huéspedes. Bueno era una casa lo suficientemente grande para aceptar a dos personas más por lo que el espacio era sufriente.
Tenía curiosidad por echar un vistazo dentro de aquella habitación, la puerta estaba cerrada.
“-Tal vez no este ahí…-”
Pensó, se sentía extraño, ¿Por qué estaba poniéndose tan nervioso? No tenía por que estarlo, tan solo iba a mirar un poco dentro de aquella habitación, quería cerciorarse que de verdad estaba solo, para saber si llamar a su padre sería una buena idea.
Su corazón latió con fuerza, con su mano temblorosa tocó la perilla de aquella puerta, la giró lentamente y con cuidado de no hacer ningún ruido abrió la puerta.
Quedó asombrado al ver que todo ya estaba acomodado con las cosas de Yuto, pero entonces ¿Por qué no había nadie?
-Ah, llegaste-
La voz de Yuto lo hizo sobresaltarse y cerrar rápidamente aquella puerta para girarse y ver a Yuto de pie a unos cuantos pasos de distancia de él.
-Si… creí que no había nadie…-
Dijo nervioso, ¿Por qué estaba nervioso?
-Salí a comprar unas cosas para comer, creí que no me tardaría pero veo que me ganaste-
Yuto sonreía tan relajadamente, al parecer no había notado que Ryosuke había estado observando su habitación, lo cual lo alivio.
-Si, bueno, iré a cambiarme-
Así, sin más se dirigió a su habitación, abrió la puerta y justo antes de entrar, Yuto le dijo.
-Bienvenido a casa-
Esto le cayó de sorpresa, estaba feliz, demasiado, así que antes de cerrar la puerta, se giró, sonrió y dijo.
-Estoy en casa-
Ambos chicos se miraron por un instante, fijamente, sonriendo calidamente, recibiendo así a aquella nueva vida.

-Hay algo que me ha estado molestando últimamente-
Dijo Ryosuke mientras tomaba un poco de agua, ambos habían terminado de comer.
-¿Qué?-
Preguntó Yuto mientras recogía los platos.
-¿No vas a la escuela?-
Ante la pregunta tan directa de Ryosuke, Yuto solo sonrió.
-Si voy, pero hoy no fui por que ayudé con la mudanza, mi mamá tuvo que ir a trabajar y le dije que yo me encargaría de todo-
Al terminar de explicar, Yuto tomo los platos y los llevó a la cocina.
-Vaya… creí que no estudiabas, la vez pasada que te vi, cuando me salvaste de aquel sujeto no llevabas uniforme…-
-Bueno, ese día falté por que tenía ganas-
Esta respuesta sorprendió mucho a Ryosuke.
-¿Faltas cuando quieres a la escuela?-
Yuto regresó al comedor y afirmó con la cabeza tranquilamente.
-¿Por qué? ¿No te gusta ir a la escuela? ¿Tienes problemas o algo parecido?-
-Haces muchas preguntas-
Sonrió Yuto mientras volvía a tomar asiento.
-Solo lo hago por que mis intereses están fuera de la escuela, siento que no me sirve de nada ir, sin embargo mis amigos de la banda me dicen que no debo dejar de ir, por eso solo voy a terminar la preparatoria y después me dedicaré por completo a la banda-
Sorprendente, Yuto tenía muy claro lo que haría con su vida, era algo realmente admirable y envidiable, Ryosuke jamás se había puesto a pensar en lo que quería hacer en un futuro, y ahora al ver a Yuto tan decidido por lo que deseaba lo hizo querer sentirse de la misma forma.

Al día siguiente, despertó más temprano que de costumbre, por alguna razón no había logrado dormir bien, estaba tan emocionado, al fin había tenido una agradable cena y platica familiar, habían sido demasiadas emociones para un solo día por lo que no pudo dormir tranquilamente.
Tras haberse arreglado, bajó las escaleras, no había nadie, al parecer todos seguían dormidos, miró el reloj de pared de reojo.
-Es muy temprano-
Murmuró para sí, se quitó el saco del uniforme, lo dejó junto a su maletín en un sillón y se dirigió a la cocina, creía que si preparaba el desayuno los demás estarían felices.
Lo cual al parecer dio resultado, después de un tiempo, todos ya estaban sentados en la mesa desayunando tranquilamente, como una familia.
-Yo debí levantarme a preparar el desayuno, lo siento mucho Yamada-kun-
Dijo Nanami mientras tomaba un poco de café.
-Deja las formalidades ya, puedes llamarme por mi nombre-
Sonrió Ryosuke mientras comía feliz su hot-cake bañado en miel.
-Hoy voy a regresar más tarde, saldrá una nueva línea de ropa pronto y debo estar supervisando todo, los diseños más importantes aún están incompletos…-
Se lamentó el padre de Ryosuke, si, el era dueño de una tienda de ropa la cual lanzaba sus propios diseños, la mayoría elaborados por él mismo, a veces Ryosuke le servía de modelo.
-Es lo mismo cada temporada, deja de quejarte y trabaja como se debe-
Dijo Ryosuke con burla a su padre.
-¡Pero es que no puedo dejar de salir temprano para venir a cenar con mi amaba familia!-
Exclamó el señor ligeramente ruborizado.
-Ya, ya entendimos, ahora por favor haz tu trabajo como se debe-
Dijo Nanami y todos rieron.
-¡Ah! Es hora de irme-
Dijo Ryosuke tomando el resto de su leche de un solo trago.
-Voy contigo, ¿tomarás el tren cierto?-
-Si...-
Le respondió a Yuto mientras lo observaba fijamente, a decir verdad era la primera vez que lo veía con su uniforme, lucía tan diferente, perdía aquel toque rockero para transformarlo en un estudiante común y corriente.
-¿Qué? ¿Pasa algo?-
Preguntó Yuto al sentirse observado por Ryosuke.
-No, nada-
Respondió mientras desviaba la mirada, tomó su maletín y se puso de nuevo su saco.
-Vámonos-
Dijo un poco frío mientras se acercaba a la puerta.
-Ya nos vamos-
Dijo Yuto mirando a su madre y al papa de Ryosuke, quienes continuaban sentados en la mesa.
-Vayan con cuidado-
Dijeron al mismo tiempo, así, ambos chicos salieron de la casa.
-Aún se siente extraño, pero supongo que vamos a acostumbrarnos ¿no lo crees?-
Le dijo el señor a la que ahora era su esposa.
-Si, además esos dos se llevan muy bien, mejor de lo que yo esperaba… ¿te enojarías si algo más pasa entre ellos?-
Preguntó Nanami de forma muy natural.
-¿A que te refieres?-
Preguntó él.
-Bueno, siento que hay algo de atracción entre ellos, nunca había visto a Yuto así-
El señor Kazune se sorprendió demasiado.
-¿Te refieres a que los dos se… se… gustan?-
-Puede ser, ¿Tú no notas a Ryosuke-kun diferente?-
Tras escuchar esto, el señor Yamada se puso a pensar detenidamente en ello.
-Supongo que… si, yo no sé mucho de esas cosas pero… ahora son como hermanos ¿Acaso eso se puede?-
Preguntó aún un poco asustado.
-No son hermanos de sangre, además ahora el género no importa mucho, ¿no crees que con que se vean felices es más que suficiente?-
Preguntó ella con una cálida sonrisa.
-Tienes razón, si eso lo hace sonreír no tengo por que oponerme-
-Además, no lo sé, me estoy adelantando mucho-
Sonrió ella torpemente.

Ambos chicos caminaban rumbo a la estación del tren cuando estornudaron al mismo tiempo.
-Lo siento-
Se disculparon igual al mismo tiempo, después de notarlo rieron torpemente.
-Comienza a hacerse notar el cambio en el clima ¿no lo crees?-
-Eso parece-
Respondió Ryosuke, de nueva cuenta sonrieron y continuaron con su camino.
Ya dentro del tren, el silencio se hizo presente, Ryosuke odiaba esta clase de silencio, no podía soportarlo así que intentó sacar un tema.
-¿En donde queda tu escuela?-
-Dos estaciones antes que la tuya-
Respondió Yuto con normalidad.
-Vaya…-
De nuevo silencio.
-¿Qué será bueno comer hoy?-
Preguntó de nuevo mientras sentía sus manos húmedas del propio nerviosismo.
-No lo se… no tengo hambre ahora por lo que no puedo pensar en algo, supongo que ya sabremos más tarde-
De nuevo el silencio.
No lo soportaba, ¿Por qué no tenían un tema de conversación normal? ¿Qué le estaba sucediendo para sentirse tan nervioso?
Miró de reojo a Yuto quien estaba a su lado, mirando tranquilamente por la ventana mientras se sostenía del tubo más alto, a comparación de él, Ryosuke solo estaba sujeto a un asiento, no le gustaba tener que estirarse para alcanzar un tubo, no era por que no lo alcanzara, simplemente no le gustaba.
De pronto, el tren frenó un poco brusco y esto provocó que Ryosuke se soltara, si no hubiese sido por Yuto seguramente habría caído al suelo.
-¿Estas bien?-
Le preguntó preocupado mientras lo tomaba con fuerza de los hombros, estaba pegado a su cuerpo, de tal forma que podía oler el suave aroma que el menor desprendía de su cuerpo, eran tan agradable, de no ser por que el sonido del tren lo hizo volver a la realidad se hubiese quedado así por un buen rato más.
-Lo siento-
Se disculpó reincorporándose de nuevo y sujetándose de nuevo de aquel asiento. Sabía que si el tren volvía a frenar de aquella manera caería de nuevo, pero eso no le importó.
Segundos después de que se sujetó, Yuto lo tomó de los hombros pegándolo a su cuerpo.
-Así ya no vas a caerte-
Le dijo sonriente, lo cual provocó que su corazón palpitara con fuerza y que su rostro se sonrojara un poco. Después aquella incomodidad desapareció, convirtiéndose en una sensación bastante agradable y cálida, sabía que él era ahora el hermano mayor pero sentía todo lo contrario al ser protegido de esa forma por Yuto, hecho el cual no le molestaba en lo absoluto, al contrario, le agradaba bastante.

En la escuela todo era normal, sus clases, el almuerzo, las demás clases, solo había algo diferente, y eso era la sonrisa que estaba dibujada en su rostro sin dar señales de querer desaparecer por ningún motivo.
“-¿Acaso esto es… felicidad?-”
Se preguntó mientras miraba por la ventana del salón de clases hacia el despejado cielo.
“-¿Qué es esto? Es tan cálido, ¿será que en verdad soy feliz de tener a un hermano como Yuto? Si… soy feliz de que él sea mi hermano-”
Miró más fijamente al cielo e inesperadamente, este comenzó a nublarse, era extraño, se supone que no llovería.
Bueno, eso no le importaba, no tenía que preocuparse por un detalle así.
-Vaya, así que si lloverá-
Dijo una de sus compañeras de clase.
-Que bueno que si traje mi paraguas, mi madre insistió y tenía razón-
-Yo igual lo he traído-
Así, ambas chicas dejaron de hablar para continuar escribiendo.
“-Paraguas… yo no traje uno y… Yuto tampoco…-”
¿Por qué le preocupaba más Yuto que él mismo? Eso no estaba bien ¿o si?
Al terminar las clases, ya estaba lloviendo con fuerza, la mayoría de los alumnos tomaron su paraguas y salían de la escuela, otros salían en parejas para protegerse bajo un solo paraguas, pero él continuaba ahí, de pie, solo, esperando a que dejara de llover.
Daiki ya se había ido con alguien, estaba solo.
-¿Por qué no revisé el canal del clima esta mañana?-
Se lamentó mientras dejaba escapar un suspiro.
-¿Qué hago? Tengo hambre… quiero ir a casa… Yuto…-
Dijo mirando hacia el frente, el agua parecía no querer calmarse, seguía cayendo con la misma intensidad.
De pronto, pudo ver a alguien acercarse corriendo cubriéndose con su maletín.
No le hubiese dado importancia de no ser por que aquella silueta se le hacia demasiado familiar. Cuando este se acercó más pudo verlo, era Yuto.
-¿Yuto?-
Preguntó sorprendido.
-Que bueno que sigues aquí, me preocupé de que te hubieras ido a casa así-
-¿Pero por que viniste? Hubieras ido directo a casa-
Yuto se sacudió un poco la cabeza y respondió.
-Pensé en venir por ti, no tengo paraguas así que esperemos un poco a que el agua se calme-
Así, Yuto se colocó a su lado, mirando de frente al igual que Ryosuke.
-No creo que se detenga pronto-
Dijo Yamada mientras respiraba profundo.
-Hay que ser pacientes-
Dijo Yuto, lentamente Ryosuke giró la cabeza para verlo, estaba completamente mojado, el no llevaba saco, solo su camisa blanca, la cual estaba totalmente mojada. Observó más detenidamente, su cara, su cuello, sus brazos, sus manos, todo estaba mojado y derramaba pequeñas gotas. Observar detenidamente aquello lo hizo sentirse extraño ¿Por qué?
Estaba pensando tonterias, necesitaba despejarse, así que impulsivamente dio unos pasos hacia adelante y comenzó a mojarse.
-¿Qué haces? Te estas mojando-
Le dijo Yuto tomándolo del brazo, Ryosuke lo miró fijamente y le dijo con voz seria, sin dejar de mirarlo a los ojos.
-Quiero ir a casa ahora-
A Yuto le recorrió un extraño escalofrío por la espalda al ver la mirada de Ryosuke y al escuchar su voz.
-De acuerdo-
Le respondió. Así, ambos comenzaron a correr para salir de la escuela y dirigirse a casa.

Completamente mojados, llegaron a casa, Ryosuke encendió la luz de la sala.
-Será mejor darnos un baño, no quiero enfermarme o Ushio va a matarme-
-¿Quién es Ushio?-
Preguntó Yamada mientras se quitaba el saco y lo colgaba un una de las sillas del comedor.
-Es el líder de la banda, a veces tengo que cantar con él y dice que no debo enfermarme por ningún motivo o eso arruinará mi voz-
Respondió Yuto con una sonrisa, Ryosuke estaba comenzando a obsesionarse con aquella sonrisa, era tan… especial.
-Entonces ve a bañarte primero-
Le dijo con amabilidad mientras se detenía justo frente a él.
-Gracias, lo haré rápido, no será bueno si tu también te enfermas-
-De acuerdo, voy a cambiarme mientras te espero-
Dicho esto, Yamada comenzó a subir las escaleras.
Yuto lo observó fijamente, lucía tan diferente, su corazón palpitaba con fuerza, no podía evitar el querer protegerlo, era la primera vez que se sentía así, deseaba poder abrazarlo, sentirlo más cerca, el acercamiento de esa mañana le hizo despertar aquella sensación extraña que lo acompañó todo el día.

Mientras subía las escaleras para dirigirse al baño, recordó que su toalla estaba sucia.
-Espero y Ryosuke pueda prestarme una-
Dijo para si mientras se acercaba a la habitación del mayor, no supo por qué pero se atrevió a entrar sin tocar la puerta, encontrando a un Ryosuke solo en ropa interior.
-¡Ah! No me asustes así-
Dijo mientras tomaba la camisa de su pijama.
-Yo… lo… lo siento… olvidé tocar antes…-
Logró decir Yuto, estaba muy avergonzado y desvió la mirada rápidamente mientras sentía que el color se le subía al rostro.
-¿Qué pasa?-
Preguntó Yamada mientras terminaba de vestirse.
-Ah… es que… no tengo toalla y quería saber si tu pudieras prestarme una-
Ryosuke rió divertido, mientras que Yuto no se atrevía a mirarlo.
-Hay toallas en el mueble del baño, te lo dijeron apenas ayer-
-¿Ah si? No lo recuerdo, bueno, gracias-
Así, sin más, salió de la habitación lo más rápido que pudo y se dirigió al baño.
-¿Pero que le pasa?-
Se preguntó Ryosuke mientras tomaba su toalla y comenzaba a secar su cabello.

Ambos chicos ya bañados y secos, estaban mirando un programa de televisión muy entretenidos cuando el teléfono comenzó a sonar y Ryosuke se levantó del sillón para responder.
-¿Si?-
-Ryosuke-kun, soy Nanami, no voy a poder llegar esta noche, tengo que hacer guardia en el hospital, por favor cierren bien la puerta y cuídense mucho ¿de acuerdo?-
-Descuida, estaremos bien-
Al colgar, regresó de nuevo a la sala.
-¿Era mamá?-
Preguntó Yuto curioso.
-Si, dice que no va a regresar esta noche, tiene que hacer guardia, papá tampoco regresara por que estará ocupado en su estudio preparando los nuevos diseños, estaremos solos esta noche-
Respondió Ryosuke tranquilamente.
-Vaya, bueno pues yo creo que ya es hora de irnos a dormir, es tarde y mañana hay clases de nuevo-
Dijo Yuto sin muchos ánimos, no es que ir a la escuela fuera lo que más le gustaba hacer, pero quería graduarse antes de dedicarse de lleno a la banda.
-Aún llueve…-
Dijo Ryosuke mientras observaba por la ventana.
-Supongo que va a seguir lloviendo toda la noche-
Suspiró Yuto sin darle mucha importancia.
-¿No crees que es un poco aterrador?-
Preguntó Yamada un poco nervioso.
-No, es normal, tiene que llover, es temporada-
Respondió Yuto tranquilamente mientras apagaba el televisor.
-Vamos, es hora de dormir, el baño me relajó mucho y muero de sueño-
Dicho esto, Yuto comenzó a subir las escaleras.
-¡Espera!-
Lo detuvo Ryosuke mientras caminaba rápidamente hacia las escaleras y subía unos cuantos escalones.
-Tú apaga la luz…-
Dijo avergonzado mientras corría hacia su habitación.
“-¿Acaso le da miedo la oscuridad?-”
Pensó Yuto mientras que sin más remedio apagaba la luz y subía a su habitación.

Ya estaba recostado en su cama, quedándose dormido profundamente cuando escuchó que alguien tocaba a la puerta.
-¿Yuto?-
Era la voz de Ryosuke, con un gran esfuerzo se levantó de la cama y abrió la puerta.
-¿Qué ocurre?-
Preguntó medio dormido.
-No puedo dormir-
Respondió con un poco de timidez.
-¿Y que quieres que haga?-
Preguntó Yuto.
-No se, ¿podemos jugar algún juego de mesa quizás?-
Preguntó Yamada con curiosidad.
-Ve a dormir, es tarde-
Le dijo Yuto con los ojos cerrados mientras cerraba la puerta y regresaba a su cama.
-Pero no puedo dormir…-
Murmuró Ryosuke, estuvo ahí de pie unos minutos y sin más, abrió de nuevo aquella puerta y entró sigilosamente en la habitación, para después lograr infiltrarse lentamente en la cama de Yuto.

Esa mañana, Yuto estaba abrazando algo, era tan cálido, no recordaba tener una almohada extra o algo para que se sintiera así, por lo que lentamente abrió los ojos y se llevó una gran sorpresa al ver a Ryosuke justo entre sus brazos.
-¿Qué… qué haces aquí?-
Preguntó mientras lo soltaba y salía rápidamente de la cama.
-No grites tan temprano…-
Respondió Ryosuke mientras se despertaba lentamente y se sentaba sobre la cama.
-¿Cómo entraste?-
-Solo abrí la puerta y entre, eso es todo-
Respondió con normalidad mientras salía de la cama.
-No te alteres, no tiene nada de malo, además ahora somos hermanos, no te quejes-
Dijo Ryosuke con naturalidad mientras salía de la habitación para ir a la suya y comenzar a prepararse para ir a la escuela.
-Pero no es normal-
Murmuró Yuto mientras sentía algo extraño dentro de su pecho latir con fuerza.

Más tarde, cuando al fin regresó de la escuela, un poco tarde puesto que tuvo que quedarse a unas lecciones extra, sintió la casa demasiado silenciosa.
-¿No habrá nadie?-
Se preguntó mientras miraba a su alrededor, estaba a punto de ir a su habitación a dejar sus cosas cuando logro ver a Ryosuke profundamente dormido sobre el sillón de la sala.
-Vaya, con que aquí estabas-
Dijo en voz baja mientras lo observaba, lucía bastante relajado y profundamente dormido.
-Lo dejaré dormir un rato, mientras iré a comprar algo para comer-
Así, subió a su habitación, se quitó el uniforme y se cambio con algo más cómodo. Estaba a punto de bajar de nuevo cuando decidió tomar una cobija, estaba haciendo un poco de fresco. Tras tomarla, bajó a la sala y cubrió a Ryosuke gentilmente, observándolo fijamente tras haberlo hecho. Lucía tan apuesto y hermoso… nunca antes se había detenido a observarlo tan detalladamente.
Sin pensarlo, instintivamente acarició su rostro, al hacerlo, su cuerpo comenzó a moverse sin pensarlo y ahora su rostro estaba tan cerca del de Yamada que podía sentir su suave respiración sobre sus mejillas.
Sus labios rozaron solo un poco cuando Yuto se alejó rápidamente, sorprendido de sus propios actos.
-¿Qué estoy haciendo?-
Sin más deseos de quedarse ahí, salió de la casa rápidamente, algo no andaba bien en él, ¿desde cuando Ryosuke lo atraía tanto?

Tras escuchar la puerta cerrarse, despertó poco a poco, imaginó que Yuto ya habría llegado, quería verlo, había tenido un sueño bastante extraño y una sensación muy agradable muy cerca de su rostro…
-¿Yuto?-
Preguntó reincorporándose mientras miraba a su alrededor, esperando poder verlo.
Pero no había nadie, todo estaba en silencio.
-¿Fue mi imaginación?-
Se preguntó mientras se ponía de pie y tomaba su maletín que estaba sobre la alfombra.
-Iré a cambiarme-
Así, subió hacia su habitación, justo antes de entrar, vio que la puerta de la habitación de Yuto estaba abierta.
-Ya llegó-
Se dijo y no dudo en asomarse, si, efectivamente, su uniforme estaba sobre la cama al igual que su mochila, ¿pero en donde estaba él?
Sin comprender muy bien e imaginando que tal vez el menor había salido, entró a su habitación para cambiarse de ropa.

Aún se sentía extraño, no estaba seguro de regresar a casa aún, sin embargo sus pasos lo llevaron directo ahí así que no le quedó más que entrar.
-Ya llegue…-
Dijo en voz baja.
-¿A dónde fuiste?-
Preguntó Yamada curioso caminando hacia él.
-A comprar algo de comer-
Respondió tratando de sonar tranquilo pero inevitablemente desviando la mirada.
-Que bien, muero de hambre-
Después de un rato, ambos se sentaron en el comedor, comiendo tranquilamente, esta vez el único que no dejaba de hablar era Ryosuke, Yuto se sentía demasiado nervioso y ansioso por lo que evitaba todo contacto visual con Ryosuke y casi no hablaba.

Cuando terminaron, Yuto dejó los platos sucios en la cocina y se fue directo a su habitación sin decir palabra alguna. Hecho el cual tenía muy preocupado a Ryosuke, era la primera vez que Yuto lo ignoraba de esa manera.
-¿Yuto?-
Lo llamó desde la puerta, pero no obtuvo respuesta, así que lentamente giró la perilla y abrió la puerta, encontrándose con un Yuto recostado en su cama, el cual al sentir la presencia de Ryosuke se reincorporó lentamente.
-¿Qué pasa?-
Preguntó con expresión cansada.
-¿Esta todo bien?-
Preguntó tímidamente.
-Claro, ¿Por qué preguntas?-
-Es que hoy te siento extraño… dime… ¿hice algo malo?-
-No-
Respondió mientras desviaba la mirada.
-¿Entonces que sucede? Creí que nos llevábamos bien, pero ahora me ignoras y evitas mirarme, si hice algo malo dímelo y me disculparé-
Dijo Ryosuke con un poco de suplica, después de todo no le gustaba que Yuto lo ignorara de esa forma.
-Tú no hiciste nada… aquí el del problema soy yo-
-¿Eh?-
Exclamó Ryosuke sorprendido ante la respuesta de Yuto.
-Olvídalo, soy yo el que esta mal, solo no me hagas mucho caso ¿si?-
Dijo, esta vez fingiendo una sonrisa y mirando a Ryosuke.
-Ahora tengo que irme, olvidé que hay ensayo con la banda hoy-
Mintió, se puso de pie, estuvo a punto de salir de su habitación, pero justo al pasar junto a Ryosuke este lo tomó del brazo.
-¿Por qué te vas así? ¿Hice algo malo verdad?-
El sentir el toque de Ryosuke lo alteró por completo, aquello en su interior despertó más e instintivamente se soltó bruscamente del agarre del mayor.
-No me pasa nada-
Sentir el rechazo de Yuto lo hizo sentir aún peor.
-No sé que es lo que te pasa… pero tampoco voy a obligarte a que me lo digas…-
Así, Ryosuke dio media vuelta, estuvo a punto de dar un paso adelante para irse a su habitación, cuando algo lo detuvo.
Sin pensarlo demasiado y actuando por mero impulso, Yuto abrazó a Yamada por la espalda.
-No es tu culpa, no te vayas así-
Era extraño, no sabía por que decía estas palabras pero eran verdad, ver la cara de decepción de Ryosuke y de tristeza hicieron que se le oprimiera el pecho, deseando abrazarlo tal y como lo estaba haciendo ahora.
-Estas muy extraño el día de hoy…-
Dijo Ryosuke, estaba nervioso, el sentir como Yuto lo abrazaba era demasiado agradable, le gustaba.
-Creo que… me gustas-
Dijo Yuto sin más, el al fin poder expresarlo lo hizo sentir diferente, aliviado, pero a su vez preocupado por la reacción de Ryosuke.
-¿Eh?-
Fue lo único que logró decir, de inmediato su corazón comenzó a palpitar con fuerza, no podía articular palabra alguna.
-Me gustas-
Dijo de nuevo, esta vez más cerca de su oído, con voz suave que le provocó un escalofrío a Ryosuke.
Ambos se quedaron en silencio y completamente inmóviles, Yuto esperaba alguna clase de respuesta por parte de Ryosuke, sin embargo este no hacia ni decía nada, solo permanecía ahí, inmóvil.
De pronto, el sonido del teléfono los interrumpió y fue Ryosuke quien se soltó del agarre de Yuto para alejarse rápidamente y bajar las escaleras para lograr responder a aquella llamada.
Por otro lado, triste y decepcionado de su atrevimiento, Yuto también bajó por las escaleras, caminó hacia la puerta y salió de la casa.
-¿Eh? No te escuche papa…-
Dijo aún preocupado tras haber visto a Yuto partir sin decirle absolutamente nada.
-Te digo que me quedaré en mi estudio terminando mi trabajo, llama a Nanami y dile por favor, ahora tengo que ir a una reunión, nos vemos-
Dicho esto el señor terminó la llamada.
Tras haber dejado el teléfono en su lugar, respiró profundo, se sentía aún demasiado nervioso, ¿Por qué Yuto le había dicho aquello tan de repente? ¿Acaso podría ser verdad?
-¿A que… se refería con esas palabras?-
Se preguntó mientras aún podía sentir los brazos de Yuto rodear su cuerpo.
-Ryosuke-kun, que oportuno eres, estaba a punto de llamar a casa, ¿sucede algo?-
Preguntó Nanami-san del otro lado de la línea.
-Justo te llamaba para decirte que mi papá tampoco piensa llegar esta noche, me pidió que te avisará por que justo ahorita tiene una reunión-
-Vaya, que mal, me preocupa que ustedes se queden solos, ¿Todo esta bien en casa?-
-Si, todo bien-
Dijo tratando de sonar normal, después de todo no podía preocuparla por algo como aquello.

Decidió esperar a que Yuto volviera, necesitaba hablar con el y preguntarle que significaban aquellas palabras.
-Es que yo… no lo comprendo-
Dijo para si mientras apagaba el televisor. A decir verdad, era la primera vez que alguien le decía algo así, sin embargo pudo sentirse diferente, especial, feliz, tras escuchar aquellas palabras que aún resonaban en su cabeza.
“-Me gustas-”
Deseaba tanto que Yuto volviera pronto, desea verlo de nuevo y pedirle que las dijera de nuevo.
¿Por qué?
Esto lo confundió, sumergiéndolo en lo más profundo de sus pensamientos. ¿Por qué deseaba escuchar aquellas palabras de nuevo? No tenía sentido, sabía y estaba conciente de que le había agarrado un cariño muy especial de Yuto, de alguna forma era ahora su hermano menor, y aunque normalmente parecía ser lo contrario, le encantaba estar a su lado, sentirse protegido por él, había logrado entrar en un mundo completamente diferente al que estaba acostumbrado, ya no estaba solo cuando llegaba de la escuela, siempre que quería Yuto estaba ahí para él, haciéndolo reír innumerables veces, sintiendo tanta paz cada vez que estaba a su lado.
¿Acaso eso era solo cariño fraternal?
Algo dentro de sí le decía que tal vez no era así, pero entonces si no lo era ¿Qué podría ser?
De nueva cuenta las palabras de Yuto resonaron en su cabeza.
“-Me gustas-”
Esta vez con más fuerza y desbordando aquel sentimiento por todo su ser, fue entonces que su corazón latió con mucha más fuerza, al fin había encontrado la respuesta.
-Tengo que decírselo-
Estaba decidido, nunca antes se había sentido así, ni siquiera cuando Takaki le gustaba, eso era algo mucho más fuerte y que lo llenaba por completo.

Había estado vagando por la calle sin rumbo definido, no quería ir con los chicos de la banda, sabía que si lo veían en ese estado los preocuparía y no tenía ninguna excusa planeada, además de que sabrían que estaba mintiendo, el no solía mentir así que cuando lo hacia era fácil saberlo.
Tras haber andado de aquí para allá por un largo rato, la noche llegó como siempre, silenciosa y fría.
-Seguramente ya habrán llegado todos, tengo que volver antes de que se preocupen…-
Murmuró mientras emprendía lentamente el camino de regreso, a decir verdad no deseaba hacerlo, no podía, le dolía mucho el tan solo pensar y ver a Ryosuke.
-Tal vez me ignore por un tiempo… ¿Qué voy a hacer ahora?-

Ya era tarde y Yuto no regresaba, en el reloj ya eran justo las 9 de la noche.
-¿Por qué no regresa?-
Se preguntó mientras comenzaba a preocuparse. Toda la tarde estuvo pensando en él más que de costumbre, quería verlo, lo anhelaba tanto que comenzaba a ser demasiado doloroso, atormentándose tanto por no haber reaccionado de otra forma, por ser tan lento y tonto.
-Yuto-
Murmuró mientras entraba en la habitación del menor y la observaba detalladamente. Todo ese espacio estaba tan impregnado de la esencia de Yuto. Lentamente se acercó a la cama y se recostó sobre ella, hundiendo su rostro en la almohada, respirando profundo y dejando que el aroma de el menor lo invadiera por completo.
-Regresa pronto-
Susurró mientras cerraba sus ojos, cayendo poco a poco en un profundo sueño.

Estaba por llegar a casa, miró su reloj antes de continuar avanzando.
-Las diez, si, definitivamente ya debe haber alguien más en casa-
Concluyo, este hecho no lo aliviaba por completo pero al menos podría distraerse un poco de alguna forma.
Al llegar a casa, antes de abrir la puerta, pudo notar que todas las luces estaban apagadas y todo estaba en silencio.
-¿Habrán salido?-
Se pregunto, abrió la puerta y entró sigilosamente. Miró a su alrededor, todo estaba en silencio, como si la casa estuviese sola, lentamente caminó hacia las escaleras y pudo ver que la luz del segundo piso estaba encendida.
-Ya llegue-
Dijo en voz alta pero no obtuvo respuesta. Sin más, comenzó a subir las escaleras, con curiosidad echó un vistazo en la habitación de sus padres pero esta estaba vacía, antes de llegar a su habitación miró en la habitación de Ryosuke pero esta también estaba vacía.
-Que extraño…-
Concluyendo que evidentemente estaba solo, se dirigió a su habitación, la puerta estaba abierta, pero no le dio importancia, al entrar encendió la luz y se llevó tremenda sorpresa. Ryosuke estaba profundamente dormido sobre su cama.
-¿Qué…-
No pudo terminar siquiera de hablar al notar que Ryosuke se despertaba poco a poco. Solo se quedó helado sin poder articular palabra.

Tras sentir la suave luz, sintió que era hora de despertar, así que poco a poco lo hizo y tras reincorporarse un poco logró ver a Yuto observándolo sorprendido. Su corazón dio un brinco al verlo al fin.
-Volviste-
Dijo con voz suave mientras no podía evitar sonreír un poco. Yuto aún continuaba sin poder articular palabra.
Lentamente Ryosuke salió de la cama y se aproximó a Yuto.
-¿Por qué te fuiste?-
Preguntó curioso.
-Yo… yo… solo lo… necesitaba-
Logró responder con mucho esfuerzo, el sentir que Ryosuke se aproximaba lo estaba poniendo demasiado nervioso.
-¿Fuiste a los ensayos de tu banda?-
Preguntó Ryosuke deteniéndose al fin a una distancia considerable.
-¿Eh?… ah… no…-
A decir verdad no tenía ensayo ese día, pero ya se lo había dicho a Ryosuke antes.
-¿Quieres cenar algo?-
Yuto notaba a Ryosuke muy normal, le resultaba un poco decepcionarte pero a la vez tranquilizante, si bien el mayor no iba a corresponder a sus sentimientos al menos no lo trataría diferente.
¿Eso estaba bien?
-No tengo hambre-
Respondió en un tono ligeramente frío.
Ryosuke no sabía que más decir, estaba demasiado nervioso, esperaba que Yuto tocara de nuevo el tema para así poder responderle como tanto deseaba, pero al parecer eso no iba a suceder, tenía que hacer algo.
-Yuto-
Lo llamó con voz firme y mirándolo fijamente. Este solo espero a escuchar lo que Ryosuke tenía que decirle tras haberlo llamado.
-¿Puedes repetir lo que dijiste esta tarde?-
Aquella pregunta lo sorprendió demasiado, ¿Por qué le estaba pidiendo semejante cosa?
-¿Por… por qué?-
No sabía como decirle la razón, así que solo se quedó en silencio y bajó la mirada, trataba de pensar en algo pero nada se le ocurría.
Yuto respiró profundo y dijo.
-No sé para que quieres escucharlo de nuevo si fui muy claro, no es necesario que te sientas obligado a comprenderlo-
Estaba triste, demasiado, estuvo a punto de salir de su habitación cuando Ryosuke lo detuvo sorpresivamente, ahora era él quien lo abrazaba por la espalda, recargando su frente sobre la espalda del menor.
No pudo decir nada, no sabía la razón pero no podía decirlo aún, así que solo se aferró con fuerza al cuerpo de Yuto.
El menor estaba inmóvil, no se lo esperaba, la forma en la que Ryosuke lo estaba abrazando era tan cálida y tierna, sus brazos rodeaban firmemente su cintura. Con delicadeza tomó las manos del mayor y se soltó del agarre pero solo con el objetivo de girarse y sin decir absolutamente nada, abrazó a Ryosuke con ternura.
Al sentirse envuelto en los brazos de Yuto lo hizo querer decirlo, así que se aferró con fuerza a su espalda y hundió un poco su rostro en el pecho del menor.
-Yuto…-
Su corazón palpitó con fuerza, tenía que decirlo pero sentía que todo el cuerpo le temblaba, nunca había dicho estas palabras a nadie, pero tenía que hacerlo.
De alguna manera, Yuto sabía lo que estaba a punto de escuchar, su corazón latió con fuerza y su respiración se volvió un poco pausada, esperando impaciente por las palabras que Ryosuke le tenía preparadas.
Respiró profundo por última vez, despegó un poco su rostro del cuerpo de Yuto, miró hacia arriba, encontrándose con la mirada ansiosa del menor, tragó saliva y lo dijo.
-Me gustas-
Ambos se miraron con un brillo especial en la mirada, compartieron una tierna sonrisa.
Los nervios habían desaparecido, haberlo dicho lo hizo sentir mucho mejor, estaba feliz.
Yuto se sintió tan emocionado que sentía como si hubiesen fuegos artificiales dentro de todo su cuerpo. Lentamente soltó a Ryosuke solo para dirigir sus manos hacia el rostro de este, lo tomó con ambas manos y comenzó a inclinar su cuerpo lentamente hacia él. Mientras tanto, Ryosuke esperaba impaciente aquel acercamiento, justo cuando tuvo el rostro de Yuto lo suficientemente cerca como para sentir su respiración sobre su rostro, pudo recordar aquella sensación, definitivamente ya la había sentido antes, pero el tiempo para recordar terminó puesto que el contacto de sus labios con los de Yuto, lo cual le provocó un torrente de emociones el cual no parecía tener fin.
Tímidamente cerró sus ojos, disfrutando aún más de aquella sensación.

A un ritmo lento y suave, ambos completaron aquel contacto, convirtiéndolo en un beso profundo y dulce.
Siguiendo el mismo juego de movimientos, ambos movían su labios, saboreándose a cada segundo, disfrutando de aquella sensación que los hacia querer cada vez más.
Después de unos instantes, no sabían cuanto tiempo exactamente, se separaron, aún con los ojos cerrados, los abrieron lentamente y se miraron fijamente, sonriéndose tiernamente.
No sabían que decir, bueno, no había nada que decirse, ya todo lo que tenían que decir ya estaba hecho, se sentían felices, aquello era tan especial en esos momentos que no podía terminar tan fácilmente, así que con movimientos suaves, volvieron a acercarse, esta vez con más intensidad, Ryosuke se aferró al cuello de Yuto y con un suave impulso logró rodear la cintura del menor con sus piernas.
Aquel beso era diferente al primero, este era más intenso, mas demandante, mucho más profundo y apasionante, lleno de deseo, aquel ardiente sentimiento creció cuando ambos sintieron aquella fricción con sus miembros rozadote sobre la ropa, de forma instintiva Ryosuke movía sus caderas para sentir cada vez más aquella deliciosa sensación.
Por otro lado, Yuto comenzó a acercarse de forma un poco torpe hacia la cama, como tenía los ojos cerrados no estaba completamente seguro cuando debía detenerse, así que al llegar a la cama, sus piernas chocaron contra esta y cayó sobre de ella. Ahora Yuto estaba sentado sobre la cama con Ryosuke sobre de él.
El mayor al sentir la caída se alejó solo un poco del menor y le sonrió.
-Lo siento, es que no podía ver-
Se disculpó Yuto con una torpe sonrisa.
-No importa-
Dicho esto, Ryosuke se apoyó primero un poco en los hombros de Yuto, se acomodó mejor y tomó su rostro solo para volver a besarlo, aquello estaba subiendo de temperatura considerablemente y ninguno de los dos tenía el deseo de detenerse.
Mientras aquel beso se intensificaba cada vez más, Ryosuke no dejaba de disfrutar de la sensación que le ocasionaba la fricción de su entrepierna con la de Yuto haciendo que su cadera se moviera cada vez más para no dejar de sentir aquel placer que lo estaba envolviendo por completo.

Con manos un poco torpes y temblorosas, Yuto comenzó a infiltrarse debajo de la camisa de Ryosuke, tocando con sus dedos aquella piel tan suave y cálida.
Al sentir los fríos dedos de Yuto tocar su piel un escalofrío le recorrió la espalda, aquello le tomó por sorpresa más sin embargo no era incómodo en lo absoluto, todo lo contrario, le gustaba.
Tras acariciar un poco la espalda de Ryosuke, lentamente comenzó a despojarlo de aquella estorbosa prenda, botón por botón, sin dejar de besar al mayor, nunca imaginó que aquellos labios podían ser tan adictivos y exquisitos, estaba experimentando el placer más delicioso que jamás había sentido, deseaba cada vez más.
Yuto había logrado quitarle la camisa, ahora su desnudo torso estaba expuesto, sabía que estaba a punto de continuar con algo que jamás había imaginado, ni siquiera lo había pensado, incluso no estaba seguro de que tanto placer fuese real, aún así no tenía intensión de dar marcha atrás por lo que suavemente tomó la playera de Yuto desde abajo y comenzó a deslizarla hacia arriba lentamente, rozando traviesamente con la punta de sus dedos el desnudo pecho del menor, sintiendo como su cuerpo reaccionaba ante semejante roce, lo cual lo hizo sonreír un poco, para lograr sacar aquella estorbosa prenda era necesario romper con aquel beso, que a pesar de que sus labios estaban ya ligeramente rojos, continuaban necesitando el sabor del otro, al separarse un poco no dudó en darse prisa para deshacerse de aquella prenda y volver a sentir casi de inmediato los labios de Yuto nuevamente sobre los suyos.
Aquello se había convertido en algo mucho más apasionante lentamente, ahora no solo se besaban, si no que exploraban cada rincón de su semidesnudo cuerpo con sus manos, tocándose suavemente, disfrutando de tocar aquella piel. Fue Ryosuke quien necesitaba más, no estaba seguro de la forma en la que estaba actuando, nunca antes lo había hecho, ¿Instinto tal vez? Bueno, era una posibilidad, o simplemente su cuerpo había estado deseando sentir algo así, bueno, aquello ya no importaba demasiado puesto que ahora sus manos se dirigieron lentamente a la cintura de Yuto e intentaron desabotonar su pantalón, pero justo al intentarlo, este lo detuvo, lentamente dejó de besarlo y de un solo movimiento suave y delicado, lo recostó sobre la cama, quedando así debajo del menor, contemplando su rostro un poco impaciente.
Un hubo necesidad de palabras, con la mirada Yuto pudo expresar que el deseaba continuar con lo que venía a continuación, y es que esta vez en lugar de besar los labios de Ryosuke, se dirigió a su cuello, comenzando con besos cortos para después haciéndolos más intensos, lamiendo un poco de vez en cuando, el sentir el cuerpo de Ryosuke estremecerse un poco con esto lo hacía querer continuar.
Ryosuke disfrutaba de los besos que Yuto le daba, sentía como estos recorrían poco a poco su desnudo pecho, ocasionándole sensaciones diferentes con cada beso, era tan placentero que en verdad deseaba que esto no terminase jamás.
Sin embargo, mientras disfrutaba de esto, sorpresivamente pudo sentir como Yuto bajaba el cierre de su pantalón y lentamente infiltraba su mano por debajo de su ropa interior, encontrando así su miembro solo para comenzar a tocarlo. Aquello lo había tomado completamente de sorpresa, tal fue que no pudo evitar el gemir de placer al tacto de la mano de Yuto con su despierto miembro. Algo estaba a punto de explotar en su interior, deseaba gritar por más, lo estaba disfrutando a sobremanera.
Muy pronto dejó de sentir los labios de Yuto sobre su piel, entonces, repentinamente se sintió despojado del resto de su ropa, a penas pensaba en abrir los ojos cuando volvió a cerrarlos con fuerza al sentir aquello que como resultado lo hizo gemir con más intensidad que la primera vez.
Yuto había introducido el miembro de Ryosuke en su boca, subiendo y bajando, mordiendo un poco la punta para después jugar con ella con su lengua, el escuchar los placenteros gemidos de Ryosuke le decía que aquello lo estaba disfrutando. Mientras hacía esto lentamente, saboreando de aquello, podía sentir como su propio miembro comenzaba a despertar más, sintiéndose necesitado de la misma atención.
Continuo lamiendo el miembro de Ryosuke, dejando que aquellos gemidos lo incitaran a continuar con su tarea, mientras que con su mano libre comenzaba a masajear su propio miembro por encima de su pantalón.
Ryosuke estaba sintiendo la locura recorrer su cuerpo, aquello que sentía que iba a explotar en su interior estaba cada vez más cerca, hasta que de pronto una oleada de placer lo envolvió por completo y al sentir su miembro salir lentamente de la boca de Yuto, este dejó salir su blanco liquido acompañado de un gemido mucho más fuerte al mismo tiempo que su espalda se arqueaba un poco.
Aquello había sido demasiado delicioso, su respiración estaba demasiado agotada, lentamente logró abrir sus ojos y logró ver como Yuto limpiaba un poco de aquel blanco liquido de la comisura de sus labios, fue así que decidió reincorporarse un poco, tomó el rostro de Yuto con ambas manos y lamió aquel liquido que no había sido capaz de limpiar, después recorrió con sus manos el desnudo pecho de Yuto mientras que lograba recostarlo sobre la cama, ahora era Ryosuke quien estaba sobre el cuerpo de Yuto.
Lamió, beso y marcó cada rincón de su piel, era tan deliciosa y el aroma que del menor se desprendía simplemente lo estaba volviendo loco.
Al llegar a la cintura pudo percibir aquel bulto en su entrepierna, desabotonó rápidamente el pantalón de Yuto y lo bajó lentamente junto con su ropa interior. Tomo aquel miembro con ambas manos y comenzó a masajearlo, de arriba hacia abajo, a un ritmo lento, sintiendo como el cuerpo de Yuto se estremecía cada vez que bajaba sus manos. Observaba placenteramente el rostro excitado de Yuto mientras continuaba con aquel suave movimiento, al mismo tiempo aquello lo estaba estimulando nuevamente, ahora movía sus caderas al mismo ritmo que masajeaba el miembro de Yuto. Ryosuke estaba consiente de que necesitaba más, en verdad lo deseaba así que sin pensarlo más, dejó de masajear el miembro de Yuto, sabía lo que tenía que hacer, no se explicaba cómo era que sabía aquello, tan solo lo sabía.
Lentamente se levantó un poco, recargó ambas manos sobre el pecho de Yuto y acercó aquel erecto miembro hacia su entrada, al sentir la punta rozarlo, gimió levemente.
-Con… cuidado…-
Le dijo Yuto con la respiración agitada, Ryosuke le sonrió traviesamente, así, lentamente comenzó a dejarse caer, sintiendo como el miembro de Yuto entraba en su interior, palpitante. Era doloroso, si, pero al mismo tiempo placentero de alguna forma, su excitación era tal que no tenía tiempo de pensar en el dolor, solo deseaba disfrutar aquello.
De igual forma, Yuto gemía fuertemente al sentir como su miembro penetraba en Ryosuke lentamente, era tan deliciosamente estrecho que aquello solo estimulaba más su deseo.

Cuando al fin estuvo completamente dentro, ambos gimieron fuertemente, ninguno de los dos pudo moverse, Ryosuke temblaba un poco, necesitaba acostumbrarse a aquella sensación antes de continuar, mientras tanto dejaba caer su cuerpo lentamente para acercarse al rostro de Yuto y lograr lamer sus labios, tras hacer esto, se volvió a reincorporar lentamente, acariciando con sus manos el pecho desnudo del menor.
Estaba listo, lo sabía, aquel deseo de sentir más había regresado aplastando aquel dolor por completo, así que lentamente movió su cadera de adelante hacia atrás, haciendo gemir a Yuto tan fuerte que incluso el comenzó a hacer lo mismo.
Aquellos ya eran prácticamente gritos de placer, los cuales no se detendrían hasta no haber obtenido lo que más deseaban.
Tras haberse acostumbrado un poco más, dejó aquel movimiento para cambiarlo, esta vez haciéndolo de arriba hacia abajo, de forma lenta y un poco torpe, el sentir como el miembro de Yuto entraba y salía de su interior lo estaba enloqueciendo.
Yuto tomó la cadera de Ryosuke con ambas manos y comenzó a ayudarlo a subir y bajar, aumentando cada vez el ritmo, cuando al fin el mayor pudo hacerlo sin su ayuda, pudo sentir aún más placer recorrer su cuerpo, sin embargo aquella posición lo estaba cansando, así que antes de que Ryosuke lograra bajar una vez más, lo detuvo, poco a poco salió de su interior, antes de que el mayor lograra reprochar algo, lo calló con un apasionado beso, cuando menos se lo esperaba, Ryosuke estaba de rodillas en la cama, Yuto lo empujó un poco hacia abajo, dejándolo en la posición deseada, tomó su cadera nuevamente y acercó su miembro a la entrada expuesta de Ryosuke introduciendo sin más su miembro.
Sentir de nuevo aquella intromisión tan sorpresivamente le provocó un poco de dolor, haciendo que se aferrará más a las sabanas con ambas manos mientras volvía a acostumbrarse, lo cual fue rápido, fue cuestión de segundos para disfrutar de los movimientos de Yuto, era delicioso.

Mientras embestía el cuerpo de Ryosuke a una velocidad que aumentaba poco a poco, con una de sus manos lo tomaba firmemente de la cintura y con la otra comenzó a acariciar su miembro, despertándolo de nuevo, aumentando la excitación en el mayor.
Yuto lo estaba volviendo loco, experimentar esa clase de placer era algo que no lograba expresar de otra forma más que con fuertes gemidos.
De pronto, pudo sentir como Yuto acariciaba su espalda mientras continuaba embistiéndolo y masajeando su miembro, se inclinó un poco y tomó a Ryosuke del cuello, enderezándolo lentamente para pegarlo a su cuerpo, ante aquel movimiento, Ryosuke gritó de placer, aquel movimiento hizo que lograra penetrarlo más profundamente.
Yuto acarició un poco su cuello seguido de su rostro solo para después introducir un par de dedos dentro de la boca de Ryosuke, el cual no dudo en lamerlos en respuesta al placer que lo estaba embriagando.
Ambos se movían al mismo ritmo, pronto Yuto necesitaba aumentar el ritmo de sus embestidas así que regresó a Ryosuke a su posición original, este de inmediato se aferró de nuevo a las sabanas, sentía que podía morir ahogado en tanto placer.
Al mismo tiempo que Yuto aumentaba el ritmo de sus embestidas también lo hacia con la forma en la que masajeaba el miembro de Ryosuke, el cual no tardo en correrse nuevamente, llenando la mano de Yuto de aquel liquido blanquecino.
Ryosuke gimió mucho más fuerte, pero esto no iba a terminar ahí, Yuto sentía que dentro de poco el momento de aquel placer llegaría pronto, y así fue, con una ultima embestida y un fuerte gemido, pudo dejar salir aquel liquido en el interior de Ryosuke.

Sus cuerpos estaban bañados en sudor, sus respiraciones agitadas. Lentamente Yuto salió del interior de Ryosuke y se desplomó de espalda sobre la cama, limpió un poco de sudor de su rostro con el antebrazo y cerró los ojos.
Por otro lado, Ryosuke se dejó caer bocabajo, estaba agotado, aquella dosis de doble placer lo habían fulminado.
Al ver frente a él los pies de Yuto, sonrió y con las últimas fuerzas que le quedaban, se reincorporó lentamente, se giró y se dejó caer a un costado del cuerpo de Yuto, extendiendo ambos brazos, dejando uno sobre el desnudo pecho del menor.
Tras haber recuperado el aliento, Yuto tomó el cuerpo de Ryosuke y lo acercó al suyo, tomándolo entre sus brazos tiernamente para después besar su frente.
El mayor no dudo en acurrucarse en el pecho del menor, rodeando con sus brazos la cintura de este al mismo tiempo que cerraba los ojos.
No hubo necesidad de decir nada, todo ya lo habían expresado con besos, caricias y aquel delicioso placer, así que tan solo cerraron sus ojos y cayeron en un profundo y relajante sueño.

A la mañana siguiente, pudo sentir los rayos del sol sobre su rostro, no supo cuanto tiempo estuvo dormido, así que con un poco de esfuerzo logró abrir los ojos. Recordaba perfectamente lo que había sucedido y estaba conciente de que a su lado debía encontrarse Ryosuke, pero grande fue sus sorpresa que al abrir los ojos este no estaba.
¿Un sueño?
No, no podía serlo, aquello tenía que ser real, definitivamente lo había sido, así que abrió sus ojos completamente y poco a poco se reincorporó sobre su cama, inspeccionó su habitación y efectivamente, estaba solo. ¿Por qué?
Como pudo se pudo rápidamente su ropa interior y su pijama para después salir de su habitación, atravesó el pasillo y bajó las escaleras, todo estaba muy silencioso, bueno, al menos fue así por unos cuantos segundos más hasta que un ruido desde la cocina le hizo pensar que efectivamente no estaba solo.

Ryosuke estaba terminando de acomodar la mesa para el desayuno, en cuando vio a Yuto entrar en el comedor su corazón pego un brinco de felicidad y sin deseos de contenerse, se lanzó sobre de él, abrazándolo fuertemente.
-Buenos días-
Lo saludó sonriente.
Yuto estaba un poco confundido, pero el sentir como Ryosuke lo abrazaba y ver como le sonreía, no pudo hacer más que corresponderle.
-Buenos días, me asustaste ¿sabías?-
Ryosuke puso una expresión confusa.
-¿Por qué?-
-Esperaba verte en cuanto abriera los ojos-
Comentó Yuto con cierta decepción pero sin dejar de sonreír y abrazar a Ryosuke.
-Intenté despertarte, pero no reaccionabas, así que decidí bajar por que yo muero de hambre-
Sonrió torpemente. Yuto le revolvió los cabellos y le dijo.
-De acuerdo, vamos a desayunar-

A partir de entonces, todo fue diferente, era como si una vida completamente nueva estuviese dando inicio.
Ambos se sentían completamente felices de estar juntos, se complementaban mutuamente, al grado de que Ryosuke no podía evitar el ser un poco caprichoso hacia Yuto, intentando siempre acaparar toda su atención, aunque aquello no era necesario, puesto que par Yuto, Ryosuke era su todo, y así sería siempre.
Al final, Ryosuke pudo vivir de forma diferente, confiando de nuevo en aquel sentimiento que sin duda alguna, era amor.

F I N

--------------------------------------------------------------


Fresa, fresa, fresa!
Cursi, cursi, cursi!
aaaaaw lol me preguntó como es que siempre termino por hacer las cosas así o.o no puedo hacer YamaJima de otra forma!!! LOL soy un fraude u_ú

De igual forma en verdad espero y les haya gustado, debo aceptar que gracias a mi profesora de "Expresión Oral y Escrita" he logrado terminar el lemmon en una sola noche, y todo por que hoy dijo en clase "... y también hay novelas eróticas, y pornográficas, aunque no lo crean también existe la pornografía en la literatura, aunque no es tan explicita como ustedes se imaginan, pero si existe"
Esto me hizo reir demasiado internamente, asi que me decidi a demostrar que lo explicito si puede existir, aunque nunca se lo voy a mostrar XD y no quedó explicito ni porno u_ú nunca logró hacer esa buena combinación u_ú

Bueno, solo espero y les haya gustado y que comentes que les ha parecido, si es un fiasco diganlo!! hablen ahora o callen y soporten cosas como estas para siempre e__é

Ahora me voy, es tarde y mañana tendré un poco de aquello llamado "vida social" *----* me veré con las del club de HSJ-México y sé que voy a divertirme como tanto lo he estado necesitando LOL

Pronto actualizo más, no se preocupen, mis momentos dificiles han pasado y me esforzaré en publicar pronto más de lo que quieren leer ^^

viernes, 16 de septiembre de 2011

La curiosidad mató al gato

Konbanchiwa~ :D

¿Qué tal? Yo estoy bien, super llena, comí pozole hasta que mi estomago casi explota, y aún hay mucho más en la cocina *----*

Bien, hace unos 15 días les puse una encuesta, y bueno, los resultados me sorprendieron bastante Ö yo ya sabía que les gusta más el YamaJima [eso es evidente siempre] pero jamás imaginé que tanta gente fuese a votar LOL
En serio 117 votos!!! Ö OMG!! eso en verdad no me lo esperaba, yo a lo mucho llegue a esperar unos 20 -w- eso me demuestra una vez más que mucha gente lee y no comenta u_u lo cual es un poquito deprimente pero he aprendido a vivir con ello~

Así quedaron los tres primeros lugares:

1.- "En tus manos" [YamaJima] - 72 votos
2.- "Smile me..." [TakaChii] - 13 votos
3.- "Helpless Night" [YamaJima] - 9 votos

Impresionante Ö [bueno no tanto -w-] el YamaJima arrasó~ y aqui estan los resultados:

Photobucket
Bueno, así quedaron las cosas, 117 votos totales LOL *aún no lo puedo creer!!*

Lo decepsionante ahora es que a nadie le interesó el InooChii [Mirame] ;__; lo cual me deprime por que ellos me encantan ;__;

En fin, ¡Muchas gracias a todos y a todas por sus votos! Y aunque no comenten nada al menos con esto me hicieron saber que visitan y leen mis fics ^^

Ahora me voy que tengo un YamaJima que terminar~ :D

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Algo random -w-

Konbanwantsu~ :D

Estoy aqui de nuevo con algo random sobre MI e__e ya que no todo en mi vida son fics! [Un 40% JUMP 20% fics, 10% intentar tener una vida y 10% leer mangas]
Okey, sé que no tengo las mejores actividades, pero que rrrayos! Así nací -o-

Ahora hice algo muy... random... incluso mi amiga Morita, con la que hice esto, me dijo "En verdad eres bien random XD" mientras no dejaba de reirse de mi, si quieren saber de lo que les estoy hablando, vean esto mientras yo escucho "Beginner" de los AKB48 [WTF!!]



Mientras Morita editaba el video reía y reía de mis tonterias y no cortó casi nada, de hecho hasta dejo eso de "Se va a editar" XDDD
Oh Dios! Necesito una vida LOL

Si, muy random no? -w- lo sé!! Ahora explico, Morita y su servidora, no tenemos la intención de ser grandes y famosas videoblogers [en verdad no!] estabamos en un momento de OCIO y nostalgia y salió esto, al principio lo editamos por diversión, pero al decidir subirlo a YT realmente esperabamos que NADIE lo vería, increíblemente a menos de una semana lleva 30 vistas o.o
Les comento que queremos continuar haciendo esto hablando de todo lo que nos gusta, ya saben, JUMP, Fics, Doramas, Anime, Manga, J-pop, K-pop y asi~ todo lo asiatico que nos gusta y como lo vivimos día con día :D
Esperamos que se sientan identificadas con nuestras locuras random y que si tienen cuenta en el tubo pues se suscriban y nos comenten lo que les parece cada uno de nuestros videos ^^

Después de mi promoción, siguiendo con lo random, me impresiona el numero de personas que han votado en la encuesta LOL nunca imagine que superarían los 100!!!! no puedo creerlo... ya mañana pongo bien los resultados y lo random que haré con ellos XD

Esperen muy pronto la continuación del YamaJima que ya va a más de la mitad terminado :D

Las y los quiero por leerme y comentar!!! Son mi vidaa!!! Por que una escritora vive de sus lectores siempre :D y yo sin ustedes simplemente no seguiría escribiendo ^^

lunes, 12 de septiembre de 2011

[TwoShot] Comenzando de nuevo [Parte I]

Título: “Comenzando de nuevo”
Género: Yaoi / Lemmon
Autora: Ayaa
Extensión: Two-Shot
Parejas: Yamada Ryosuke / Nakajima Yuto (YamaJima)
Nota1: Este va dedicado a Vann porque sé cuanto necesitaba un YamaJima, sé que no es lo que tu esperabas u_u pero no se hacer cosas porno lol sin embargo hice todo lo que pude para que quedará decente, espero de verdad te guste Vann!!
Nota2: Me inspiré mucho en Tsubasa y Kazuma de KareKano para este shot, las circunstancias son muy parecidas, por lo que si alguien ha leido el manga y le suena todo esto, si, lo saqué de ahí xD



Comenzando de nuevo.

“Mi vida era perfecta, normal, sin preocupaciones, vivía solo con padre puesto que mi madre falleció justo el día en que yo nací, ir a la escuela todos los días, estar con mis amigos, ver a la persona que me gusta y sentirme feliz con tan solo ser capaz de dirigirle la palabra. Si, así era mi vida… hasta que de pronto un accidente y una repentina decisión lo cambió todo.”

Esa noche caminaba tranquilamente por la calle de regreso a casa, había estado en la biblioteca casi todo el día estudiando, la temporada de exámenes estaba ya a la vuelta de la esquina y necesitaba estudiar lo suficiente para no defraudar a su padre, si bien él nunca le exigía nada, sentía que debía hacerlo.
Pero justo al atravesar la avenida, un sujeto fuera de control lo atropelló, dejándolo inconsciente.

-¿Esta en el hospital?-
Preguntó un chico alto, rubio que respondía al nombre de Yuya Takaki.
-Así es, llamé a su casa puesto que ayer no vino a clases y su padre me dijo que tuvo un accidente, por el momento esta un poco delicado y no puede recibir visitas, no queda más opción que esperar a que se recupere-
Respondió un chico un poco más bajo, cabello castaño el cual respondía al nombre de Daiki Arioka.
-Pues si las cosas están así… habrá que estar pendientes de alguna buena noticia-
Dijo Takaki resignado.

Su cuerpo cada día dolía menos, su padre estuvo a su lado todo el tiempo, incluso dejó de ir a la compañía en donde trabajaba, bueno, él era el dueño por lo que estaba bien.
-¿Cómo te sientes Yamada-kun? ¿Aún te duele?-
Preguntó la amable enfermera.
-Un poco, pero supongo que el medicamento comienza a surtir efecto ¿Cuándo podré irme de aquí?-
Preguntó ansioso, a decir verdad deseaba volver a la escuela, por que más que recuperar sus clases, deseaba ver de nuevo a aquella persona tan especial para él.
-Aún no puedo decirte pero si continuas recuperándote de esta forma no pasara mucho para que puedas irte, ahora deja que acomode tu almohada-
Así, la enfermera se acercó y acomodó la almohada, así Ryosuke pudo estar mucho más cómodo.
Justo en ese momento, la puerta de la habitación se abrió y entró su padre, como de costumbre después de haber ido a comer algo a la cafetería del hospital.
-¿Me tarde mucho?-
Preguntó el señor con una torpe sonrisa.
-Lo normal, deja de preocuparte tanto, no va a pasarme nada mientras comes, deberías ir a casa a descansar-
Le dijo Ryosuke a su padre.
-Tienes razón-
-A decir verdad Yamada-kun se recupera muy satisfactoriamente, y al parecer tiene muchos deseos de ser dado de alta pronto-
Comentó la enfermera.
-Eso parece-
Así, la enfermera y su padre rieron. De no haber estado tan concentrado en otros pensamientos tal vez hubiese notado que había algo diferente ahí.

El tiempo paso y al fin pudo salir del hospital, bastante contento, esa mañana, se puso su uniforme, afortunadamente su padre había llamado a la escuela explicando lo ocurrido por lo que le dieron la oportunidad de presentar sus exámenes sin problema alguno.
Caminaba tranquilo por la calle cuando se encontró a uno de sus amigos.
-¡Yama-chan!-
Escuchó y se giró, sonrió al ver a su amigo correr para darle alcance.
-Dai-chan, buenos días-
-Buenos días-
Ambos chicos sonrieron amistosamente y continuaron con su camino.
-¿Estas bien ahora?-
Preguntó Daiki.
-Todo bien, tengo huesos fuertes-
Dijo Yamada con una sonrisa triunfante.
-Es bueno saberlo, a decir verdad nos tenías preocupados, incluso Takaki se preocupó por ti-
Escuchar aquello hizo que su corazón palpitará de felicidad.
-¿Y que ha pasado en mi ausencia?-
Preguntó tratando de desviar el tema.
-Nada sobresaliente, solo que últimamente Takaki ya no esta con nosotros, al principio pensamos que era por que estaba ocupado con las actividades de su club pero… últimamente solo esta con un chico, no lo conozco bien pero sé que es muy popular al igual que Takaki, ambos van en el mismo club de tenis y son los mejores del equipo-
-¿Ah si?-
Ryosuke intentó no darle importancia a ello, no habría por que darle importancia… ¿cierto?

Justo al terminar la primera mitad del día, fue llamado a un salón especial para realizar sus exámenes pendientes.
Estaba solo en aquel gran salón, concentrado completamente hasta que algo llamó su atención, justo una de las ventanas daba hacia la cancha de tenis y ahí estaba, tan apuesto como siempre, siendo el centro de atención.
Su corazón dio un brinco al verlo sonreír, le gustaba, y mucho.
-Termine-
Dijo después de unos minutos y entregó el último examen para después salir. Miró su reloj, aún quedaba tiempo, así que se dio prisa y corrió en dirección a las canchas de tenis, deseaba verlo, hablar con él, lo había extrañado tanto en los días que estuvo en el hospital.
Evidentemente ambos eran solo amigos, Ryosuke se había limitado a aceptar ese tipo de relación con Yuya por el momento, nunca había intentado confesar sus sentimientos, no por el momento, sentía que así también podía ser feliz mientras llegaba el tiempo de declarar sus sentimientos.
Ya casi por llegar a las canchas de tenis, estuvo a punto de acelerar el paso pero algo lo hizo detenerse, alguien se había acercado a Yuya.
Un chico más bajito que él, piel blanca, ojos negros y largas pestañas, una sonrisa cautivadora, no supo de que hablaron pero con tan solo observar detenidamente la forma en la que Takaki miraba a aquel chico sabía que algo andaba mal, por si fuera poco, antes de partir, Yuya se acercó tiernamente a aquel chico y besó su frente, después ambos se marcharon. Ryosuke se ocultó para no ser visto, mientras sentía que todo su mundo se venía abajo, su corazón había sido completamente destrozado, más sin embargo no estaba dispuesto a perder a Yuya de esa manera, no sin antes haber peleado.

El resto de las clases fueron completamente normales, hasta que al fin sonó la campana que indicaba el fin del día escolar. Guardó sus cosas y justo al salir del salón pudo ver a Takaki, sin pensarlo dos veces decidió acercarse a él y saludarlo como de costumbre.
-¡Takaki-kun!-
Lo llamó y el mayor respondió con una sonrisa tan hermosa y amigable como siempre.
-Ryosuke-kun, no sabía que ya habías salido del hospital, me alegra ver que estas bien-
-No fue nada grave, no voy a morir tan fácilmente-
Sonrió Yamada provocando que Takaki también lo hiciera, ambos comenzaron a conversar ahí, a mitad de aquel pasillo, sonriendo, hasta que de pronto, aquel chico apareció.
-Yuya…-
Yamada se giró para verlo, pudo ver en su cara un poco de duda y sorpresa, seguramente se estaba imaginando cosas que no eran, pero eso no le importó.
-Chinen, ven, te presentó a Ryosuke-kun, es uno de mis mejores amigos desde hace mucho tiempo, había estado interno en el hospital por lo que no pude presentártelo antes-
Sonrió Yuya mientras le decía a Chinen aquellas palabras, Ryosuke solo se limitó a observar detenidamente.
-Mucho gusto, me llamo Chinen Yuri-
-Igualmente, mi nombre es Yamada Ryosuke-
Intentó sonreír lo más natural que podía, sabía que algo no andaba bien, estaba seguro de que aquel chico llamado Chinen alejaría de su lado a Takaki.
-¿Y ustedes de donde se conocen?-
Preguntó Yamada a Takaki.
-Del club de tenis-
No dijo nada más, ambos se miraron, Yamada pudo notar aquello que era diferente, especial ¿Por qué?
-Bueno, debemos irnos, Chinen y yo tenemos practica, hasta luego-
Se despidió Takaki, seguido de Chinen, dejando a Yamada solo en aquel pasillo, observando como ambos se marchaban, como Yuya le sonreía a aquel chico, como le revolvía los cabellos y de nuevo besaba su frente.
Era evidente que esos dos… estaban saliendo.

-¡¿Por qué?!-
Gritó desesperado tras entrar en su habitación y dejarse caer de rodillas al suelo.
-Solo estuve en el hospital una semana, ¿Cómo es posible que ya estés con alguien? ¿En que momento tuviste que encontrarlo? ¡¿Por qué no puedo ser yo?!-
Con fuerza golpeo el suelo con su puño y unas furiosas lagrimas comenzaron a correr por sus mejillas.
Había perdido, ya no había necesitad de intentar luchar ante algo que evidentemente ya estaba perdido.
Comenzó a llorar con más fuerza, no había de que preocuparse, estaba completamente solo en aquella casa, como siempre.

Al día siguiente llegó a la escuela, caminaba en dirección a su salón cuando se encontró con Chinen.
-Hola-
Lo saludó amigablemente, a decir verdad no tenía ganas de saludarlo con el mismo sentimiento, así que fríamente solo dijo.
-Buenos días-
Y se fue, sin siquiera mirarlo.
-Buenos días Yama-chan-
Lo saludó Daiki, quien también se dirigía a su salón.
-Ah, es el chico que siempre esta con Takaki, ¿lo conoces?-
Preguntó curioso.
-Takaki me lo presentó ayer-
Respondió sin mucho interés
-Vaya, por lo que veo no te cae nada bien-
-¿En serio? ¿Qué te hace pensar eso?-
Preguntó al mismo tiempo que continuaba indiferente con su camino.

Los días transcurrieron, Yamada logró darse cuenta de que cuanto más intentaba acercarse a Yuya, más era rechazado inconcientemente por el mayor, siempre tenía cosas que hacer con Chinen. Evidentemente esto hacía que Ryosuke sacara sus propias conclusiones, para él era evidente que esos dos tenían una relación.
Más sin embargo no había nada que lo probara, o al menos eso pensaba.
Una tarde, mientras se dirigía a la salida de la escuela, al fin los vio, sus ojos se abrieron de par en par con aquella dulce escena, Takaki y Chinen estaban besándose, no había más dudas, había perdido a su primer amor de la forma más extraña y frustrante. Sin ganas de continuar observando, se fue casa.

Intentó despejar su mente preparando la cena, su padre estaba en la compañía todo el día, pero últimamente llegaba a casa más tarde de lo normal.
Estaba terminando de lavar los trastes sucios cuando escuchó la puerta.
-Bienvenido-
Le dijo a su padre.
-Estoy en casa, ah por cierto, hay visitas-
Era extraño, nunca había visitas, ¿quién podría ser? Al girarse supo la respuesta. Era una mujer.
-Vaya, Yamada-kun, luces realmente saludable-
Esa voz, sabía quien era, pero… ¿Acaso era posible? Bueno, al parecer si lo era.
-Vamos Ryosuke saluda a Nanami-san-
¿Desde cuando esa mujer era tan cercana a su padre? Se supone que solo era la enfermera que lo había cuidado en el hospital, ¿Por qué ahora estaba en su casa?
-Ryosuke, quiero hablar contigo de algo importante, deja eso y ven un segundo por favor-
Le pidió su padre mientras él y Nanami-san tomaban asiento en la sala.
Aún extrañado, se secó las manos y caminó hacia la sala, sentándose frente a su padre.
-Veras… no es fácil para mi decirte esto, más sin embargo quiero hacerlo. Desde hace tiempo… Nanami-san y yo… comenzamos a salir y ahora hemos decidido que… vamos a casarnos-
Esta noticia le cayó como un balde de agua fría ¿Cómo era posible que su padre pensara en casarse de nuevo? ¿Por qué?
-Yamada-kun, siento que esto pueda ser muy repentino para ti, en verdad espero puedas aceptarme como tu nueva madre-
-¡Yo no necesito una mamá!-
Gritó al mismo tiempo que se ponía de pie.
-¡Ryosuke no le hables así a Nanami-san!-
Exclamó su padre.
-¡Yo no estoy de acuerdo con esa boda! ¡Yo no necesito una nueva familia!-
Así, sin más, se marchó rápidamente a su habitación, cerrando con fuerza la puerta.

A la mañana siguiente, muy temprano, salió de su casa con una maleta en la mano, si, estaba decidido a huir de casa.
Cuando llegó a la parada del autobús se puso a pensar detenidamente a donde podría ir, había pensado en ir con Takaki, pero no, no podía, ni siquiera tenía ganas de mirarlo a los ojos, pensó un poco más y pensó en su mejor amigo.
Después del largo camino, tocó a la puerta y fue recibido por la madre de su amigo.
-Ryosuke-kun, hace mucho que no te veía, entra, Daiki esta en su habitación-
-Muchas gracias y perdón por haber venido sin avisar-
Se disculpó con una pequeña reverencia.
-Descuida, anda, sube, les llevaré un poco de agua fresca-
Al llegar a la habitación de Daiki, tocó la puerta.
-Adelante-
Se escuchó desde adentro y sin más, abrió la puerta.
-Oh Yama-chan, que sorpresa-
Dijo Daiki mientras giraba su silla, al parecer había estado haciendo un poco de tarea.
-Siento no haberte avisado que vendría-
Se disculpó mientras cerraba la puerta.
-No hay problema, ¿Qué te trae por aquí? ¿Qué traes en esa maleta?-
Lentamente Ryosuke tomó asiento sobre la suave alfombra y dijo.
-Huí de casa-
Esto tomó a Daiki por sorpresa.
-¿Qué? ¿Por qué?-
-Papá quiere casarse de nuevo, le dije que no estoy de acuerdo con eso así que huí de casa-
Respondió seriamente.
-Yama-chan, ya no eres un niño para hacer esas cosas, ¿Por qué no quieres que tu papá se case de nuevo? Desde mi punto de vista supongo que tiene derecho a hacerlo-
-¡¡De ninguna manera!! El y yo formamos la familia perfecta, no necesito a una extraña que venga a querer ser mi madre e invada el poco tiempo que logro pasar con él ¡Yo no necesito una nueva familia!-
Exclamo fuertemente.
-¿Y? ¿Planeas quedarte en mi casa?-
Preguntó Daiki con seriedad.
-Por favor… no puedo ir a ningún otro lugar…-
De pronto, la madre de Daiki entró.
-Les traje un poco de jugo, supongo que es mejor que simple agua-
-Mamá, Yama-chan quiere quedarse aquí unos días-
Dijo Daiki.
-Vaya, no hay problema Yamada-kun-
Sonrió la señora amablemente.
Así, el resto del día transcurrió normal dentro de la casa de los Arioka, mientras Yamada ayudaba a poner la mesa para la cena, Daiki aprovechó para tomar el teléfono.
Cuando todos terminaron de cenar, Daiki se acercó a Yamada.
-Le he llamado a tu padre y le dije que estas aquí-
Esto hizo enojar a Ryosuke.
-¿Por qué lo hiciste?-
-Porque tal y como lo supuse él esta muy preocupado por ti, dijo que vendrá por ti en cuanto termine de trabajar-
Yamada no se atrevió a gritarle a Daiki, nunca lo había hecho y no iba a hacerlo ahora, así que solo desvió la mirada.
Las horas pasaron y al fin alguien tocó a la puerta, la madre de Daiki abrió y recibió al padre de Yamada.
-Siento mucho las molestias que ha causado mi hijo-
-No se preocupe, no es ninguna molestia-
Al ver que su padre había llegado acompañado por aquella mujer se enfureció.
-Ryosuke, anda, es hora de irnos a casa-
-¡No quiero!-
Dijo mientras se cruzaba de brazos.
-¿Qué es lo que te sucede?-
-No voy a volver hasta que te olvides de la idea de casarte con ella-
Dijo mientras desviaba la mirada.
-Yamada-kun, por favor trata de entender, tu padre y yo queremos estar juntos, mi hijo lo ha aceptado sin problema, sé que me equivoqué al decir que seré tu nueva madre, me disculpo por ello-
-¡Ni creas que tus palabras me harán cambiar de opinión mujer resbalosa! ¿Crees que no me doy cuenta que buscaste a mi papá por qué además de que es bien parecido tiene dinero? Solo eres una de esas mujeres interesadas que quieren-
Repentinamente una bofetada lo hizo callarse.
-¡No insultes a Nanami-san! ¡Deja de una buena vez esa infantil actitud!-
Le gritó su padre. Ryosuke estaba consternado, su padre jamás lo había golpeado, esta era la primera vez, lo cual provocó que un nudo se formara en su garganta.
-¡¡No voy a regresar!! ¡¡Haz lo que quieras con esa mujer pero no cuentes con mi aprobación jamás!!-
Dicho esto, corrió hacia la habitación de Daiki.
-¿Por qué no lo deja aquí esta noche? Necesita despejarse, por nosotros no hay problema en que se quede, puede estar tranquilo señor Yamada-
Dijo la madre de Daiki, así, sin más que hacer, el padre de Yamada y Nanami-san se marcharon.

Toda la casa se encontraba en silencio, Daiki dormía tranquilamente en su cama, más sin embargo Ryosuke no lograba conciliar el sueño.
“-¿Por qué quiere casarse ahora? Hemos vivido solo nosotros durante 17 años… nunca antes había pensado en volver a casarse… ¿Por qué ahora?-”
-¿Será que ya no le importo?-
Dijo en voz alta mientras se reincorporaba para quedar sentado sobre el futón.
-No creo que sea por eso, el hecho de que tu papa quiera casarse no significa que va a dejar de quererte, eres su amado hijo, ¿Por qué no tratas de pensar un poco en lo que tu padre necesita?-
Le dijo Daiki, sorprendiéndolo.
-Creo que… tienes razón-
Dijo volviendo a recostarse.
“-Al final de cuentas no le importo a nadie, todo el mundo me hace a un lado, Takaki lo hizo y ahora mi padre… bien, ya no voy a quejarme, si mis deseos no pueden volverse realidad entonces yo… ya no voy a desear nada-”
Pensó por último, después cerró sus ojos y lentamente se quedó dormido.
A la mañana siguiente, tras haber desayunado junto a la familia de Daiki, se despidió tomando su maleta.
-Siento en verdad las molestias que les ocasioné-
Dijo mientras se reverenciaba.
-No te preocupes Yamada-kun, puedes volver a visitarnos cuando quieras-
Le dijo la madre de Daiki amablemente.
-¿Seguro que vas a volver solo? Yo puedo acompañarte-
-No es necesario, ya tomé una decisión, volveré a casa y le diré a mi padre que puede casarse-
Sonrió, después salió de la casa de Daiki.

Durante todo el camino de regreso estuvo pensativo, pero ya no había más por hacer, se había rendido.
Al entrar a su casa se encontró con su padre en la sala, al parecer el señor no había logrado dormir en toda la noche-
-Ryosuke-
Dijo mientras lo observaba.
-Estoy en casa-
Dijo con voz suave.
-Me alegra ver que estas bien, me moría de angustia de solo pensar que algo pudo haberte sucedido en el camino, como aquella vez que te atropellaron, no sabes lo angustiado que me sentí, eres mi único y querido hijo y nunca voy a dejar de amarte, es por eso que he decidido que ya no-
-Cásate-
Interrumpió Ryosuke a su padre repentinamente.
-¿Eh?-
-Cásate, acepto tu matrimonio con Nanami-san, también me disculparé con ella por todas las cosas feas que le dije anoche, si eso te hace feliz papá, cásate con ella, yo lo acepto-
Escuchar a su hijo decir aquellas palabras lo lleno de felicidad que no pudo evitar el abrazarlo fuertemente.
-Gracias hijo-
Ryosuke solo sonrió.
“-Esto… estará bien…-”

Dos días después.
-¿Qué tanto haces papá?-
Preguntó desde la entrada mientras miraba su reloj, estaba elegantemente arreglado.
-Lo siento, es que estoy muy nervioso… pero creo que ya estoy listo-
Dijo su padre mientras se acomodaba la corbata.
-Estás listo desde hace mucho, no tengas miedo, solo vas a conocer a su hijo, ¿de que te preocupas?-
Preguntó con cierto tono de burla ante la patética imagen de su padre quien estaba totalmente nervioso.
-Es que… será la primera vez que lo conozca… ¿y si no le agrado?-
-Deja de decir esas cosas, no lo sabrás si no nos damos prisa, Nanami-san ya debe estar esperándonos desde hace mucho, ¿Acaso esta bien que la hagas esperar?-
-¡De acuerdo! ¡Vámonos!-
Así, ambos salieron de la casa, entraron al auto y se marcharon.
Se habían citado en un lujoso restaurante, esta sería la presentación oficial de la nueva familia.
-Deja de estar tan nervioso, solo actúa natural o vas a asustarlo-
Le dijo Ryosuke a su padre mientras estaban en el elevador, al legar al piso cinco, bajaron y buscaron la mesa en donde Nanami-san ya los esperaba.
-Hola Yamada-kun-
Lo saludó ella amablemente, como siempre, ya se había disculpado con ella antes por lo que no había problemas ya.
Al sentarse, uno de los meseros se acercó y sirvió un poco de vino a los adultos y a Yamada un poco de jugo.
El padre de Ryosuke estaba tan nervioso.
-No debe tardar en llegar-
Dijo Nanami-san mientra miraba su reloj.
“-Vaya, que impuntual, va a conocer a su futuro padre y llega tarde, que modales-”
Pensó Ryosuke mientras bebía un poco de jugo. Los minutos pasaron y al fin el susodicho llegó.
-Ah ¡Yuto!-
Exclamó Nanami-san con alegría, Ryosuke pudo sentir como su padre se ponía aún más nervioso.
-Vamos, cálmate-
Le dijo en voz baja. Al levantar la mirada, se encontró con el que sería su futuro hermanastro.
Era un chico muy alto, al menos más alto que él, cabello negro azabache, ojos igual de negros y una presencia bastante relajada, su forma de vestir no iba de acuerdo con el lugar, llevaba jeans y una playera negra, y por último observó que un collar en forma de calavera colgaba de su ancho cuello.
-Mucho gusto, soy Nakajima Yuto-
Se presentó, su voz era suave e igual de relajada.
-Disculpen la tardanza, estaba en un concierto de la banda y no pude llegar antes-
Se disculpó con educación.
-Es un placer conocerte Yuto-kun, yo soy Yamada Kazune-
Así, Yuto tomó asiento junto a su madre, por alguna razón Ryosuke no dejaba de observarlo detalladamente, ¿En verdad él sería ahora su hermanastro?
“-Mala suerte… solo tengo mala suerte… después de todo lo vivido ahora tengo a un raro como hermanastro… esto si que es mala suerte-”
Pensó mientras aún lo observaba detenidamente, de pronto, al parecer el chico se sintió observado y al girarse un poco se encontró con la mirada de Ryosuke y sin más, le regaló una enorme y tierna sonrisa.
“-¿Eh? ¿Por qué me sonríe? Había algo en esa sonrisa… algo muy extraño-”
Pensó al mismo tiempo que un escalofrío recorría su espalda.
-Vaya, me habías dicho que tendría un hermano mayor pero creo que entendí mal, ahora voy a tener un hermano pequeño, que bien, alguien a quien cuidar-
Esto dejó en shock a Ryosuke, ¿dijo hermano menor?
-Ah… Yuto-kun… en realidad Ryosuke va a ser tu hermano mayor, es mayor que tu por meses-
-¿Eh?-
Reaccionó Yuto ante el comentario del padre de Ryosuke, estaba enfadado, nunca antes se había sentido tan humillado, y eso se noto de inmediato en su expresión llena de enojo, lo cual provocó que el resto de la cena fuera realmente incómoda.

-¿¡Como se atreve a pensar que soy menor que él!?-
Gritó furioso mientras caminaba rumbo a la escuela.
-¿En verdad eso paso? Debió haber sido una cena bastante incómoda-
Dijo Daiki mientras se reía de la expresión llena de enojo de su amigo.
-¡Definitivamente no puedo aceptar que ese tipo vaya a ser mi hermano!-
Gritó mientras terminaba de ponerse los zapatos.
-Vamos, no puede ser tan malo-
Ambos chicos caminaban por el pasillo, Ryosuke continuaba quejándose acerca de aquella cena cuando se encontraron en el camino a Takaki y a Chinen.
-Takaki-kun, buenos días-
Lo saludó amablemente Daiki.
-Buenos días Dai-chan-
Sin embargo Yamada no saludó, simplemente se detuvo un poco atrás de Daiki y desvió la mirada, después de todo aún no estaba acostumbrado a aquello que había descubierto.
-Buenos días Yama-chan-
Lo saludó Takaki como siempre, amigable.
-Buenos días-
Saludó con un poco de timidez, después, sin nada más que decir, continuó con su camino, dejando atrás a Daiki, quien después de gritarle que lo esperara al fin logró darle alcance.
-¿Qué es lo que te sucede?-
Le preguntó confundido.
-Nada, simplemente que no soporto ver lo bien que se ven juntos esos dos, aún no logro superarlo-
-¿Superarlo? ¿A que te refieres?-
Preguntó Daiki aún sin comprender las palabras de su amigo.
-No logro aceptar que esos dos… son algo más que amigos… la otra vez los ví juntos…-
-Vaya…-
Al fin Daiki comprendía.
-A decir verdad yo ya sabía, pero no estaba seguro si debías saberlo… por lo que sientes por Takaki-
-Eso ya no importa, ya nada me importa, solo voy a limitarme a observar, no voy a hacer absolutamente nada, ahora me voy a clase, nos vemos más tarde-
Así, sin más, Ryosuke se marchó directo hacia su salón de clases.

El día transcurrió lento y aburrido, el haber visto a Takaki desde la mañana, le hizo olvidar su enojo con su futuro hermanastro, ahora se sentía vacío, enojado y deprimido. Cuando llegó la hora del almuerzo, como de costumbre, estuvo con Daiki, escuchando lo que su amigo le contaba, aparentando prestarle su completa atención, sin embargo Daiki logró darse cuenta que Ryosuke estaba pensando en otras cosas.
-¿Y que vas a hacer? ¿Vas a ignorar a Takaki por el resto de tus días?-
La pregunta de su amigo lo sacó de aquellos pensamientos.
-No, solo será hasta que logre aceptar que he perdido…-
-Pues no tardes mucho, sabes que Takaki se preocupará mucho si no le hablas como de costumbre-
-Ya se…-
De pronto, la campana que indicaba el fin del almuerzo sonó, ambos chicos se pusieron de pie y volvieron a sus respectivos salones.

Cuando el día termino, salió solo de la escuela, Daiki tenía cosas que hacer así que no tenía opción.
Caminaba por la calle completamente absorto en sus pensamientos, no deseaba regresar a casa, así que tomó un camino diferente que lo llevaría más lejos, pero eso no le importaba.
Mientras caminaba, sin querer se topó con alguien, chocando su hombro con el de aquella persona.
-¿Qué es lo que te pasa mocoso? ¿Quieres molestarme o que?-
Preguntó la voz de un tipo, al cual ni siquiera miró.
-¡Te estoy hablando!-
Gritó de forma agresiva, fue así como Ryosuke logró levantar la mirada, era uno de esos tipos rebeldes que solo buscan pelea en las calles, sin embargo él no tenía ánimos de soportar a un tipo así.
-Tú… ¿crees que tengo el tiempo para perderlo contigo?-
Dijo Yamada en voz baja, aquel sujeto logró escucharlo y lo tomó por el cuello de la camisa.
-Te acabas de meter con la persona equivocada niñito-
Dijo con voz burlona, sin embargo estas palabras no fueron suficientes para intimidar a Ryosuke.
Y justo en el momento en el que iba a responderle, repentinamente el tipo lo soltó y observó como este caía al suelo, alguien lo había jalado desde atrás.
-Será mejor que se largue de una vez o llamaré a la policía-
Increíble, ni siquiera se esperaba encontrarlo en una situación así, era Yuto.
De inmediato el menor tomó su teléfono celular y comenzó a marcar un número, fue entonces que aquel sujeto entró en pánico y decidió huir del lugar.
-Funcionó, siempre funciona-
Sonrió Yuto mientras veía al sujeto alejarse.
-¿Por qué me ayudaste?-
Preguntó Ryosuke mientras se acomodaba el cuello de la camisa.
-Iba caminando por aquí y te vi, supuse que necesitabas ayuda, además, me da gusto verte-
Al ver la amplia y brillante sonrisa que el menor le regalaba, se sintió extraño.
-A decir verdad, he deseado poder disculparme contigo desde esa noche, es bueno que ahora tenga la oportunidad de verte para hacerlo, no era mi intención ofenderte, es solo que… supuse que eras al menos dos años menor que yo… siempre he querido un hermano pequeño, pero tampoco se lo podía decir a mi mamá como si fuera algo que me pudiera comprar en alguna tienda, por eso al verte inmediatamente imaginé que tu serías mi hermano menor y hable sin pensar… en verdad lo siento-
La larga explicación de Yuto hizo sonreír a Ryosuke, era extraño, ahora el enojo que había sentido antes había desaparecido.
-Descuida, no hay problema, ya lo superé-
-Eso es bueno, pronto vamos a vivir juntos y no quisiera que hubiese diferencias entre nosotros-
Ambos chicos se miraron y se sonrieron.
-¿Vienes de la escuela?-
Preguntó Yuto.
-Si, estaba caminando por aquí, no tengo deseos de ir a casa tan pronto-
Dijo Ryosuke con la mirada distante.
-Bueno, si no quieres ir a tu casa ¿Te gustaría venir a la mía? Vivo muy cerca de aquí ¿Qué dices?-
Por alguna razón, eso no le pareció una mala idea, así que accedió mientras le sonreía amablemente a Yuto. Sentía que tal vez y esta era una oportunidad de conocerlo mejor y de olvidar la mala impresión que tenía de él.

Ambos caminaban por un pequeño parque cuando Yuto se detuvo.
-¿Ves aquel edificio?-
Ryosuke levantó la vista hacia donde Yuto le señalaba.
-Vivo en aquel edificio, en el quinto piso-
Dijo sonriente.
-Vaya… nunca antes había entrado en un edificio así-
-Seguramente estas muy acostumbrado a tu lujosa casa-
Bromeó Yuto.
-No es lujosa, es grande pero no tenemos muchos lujos, solo lo normal-
Respondió Ryosuke sin despegar la vista de aquel edificio.
-Antes de entrar, ¿no quieres un helado?-
Preguntó Yuto con una sonrisa, por un instante Ryosuke se sintió como su verdadero hermano menor, la forma en la que se lo había dicho lo hizo sentirse así.
-Esta bien-
Accedió sin pensarlo demasiado, hacía calor y un helado no le vendría nada mal.

Ahora ambos chicos caminaban rumbo al edificio con una bolsa de plástico en la mano la cual contenía una paleta de hielo para cada quien.
Al entrar al pequeño departamento, Ryosuke se quedó en la entrada observando un poco atónito mientras Yuto se quitaba los zapatos para entrar.
-¿Muy pequeño cierto?-
-Ah, no, para nada-
Dijo tímidamente mientras entraba, al cerrar la puerta pudo ver una nota pegada a la puerta.
“-Yuto. No olvides que hoy hay que sacar la basura, es tu turno esta semana-”
Leer aquello lo hizo sonreír un poco, de cierta forma no era muy diferente su estilo de vida al de Yuto, el igual se repartía los deberes hogareños con su padre.
-Disculpa el desorden, se suponía que hoy debía lavar la ropa pero estuve con la banda, solo espera un poco-
Dicho esto, Yuto entro al pequeño cuarto de lavado y comenzó a echar toda la ropa a la lavadora.
-Pasa, no te fijes mucho en el desorden, después de unos minutos vas a acostumbrarte-
Después de decir esto, Yuto se sentó sobre el suelo, recargando su espalda a la pared la cual tenía una pequeña ventana por la cual entraba un poco de luz solar.
-Ven, puedes sentarte, aquí no esta tan desordenado-
De nueva cuenta Ryosuke sonrió un poco apenado y tomó asiento.

Ambos tomaron su respectiva paleta helada y comenzaron a comerla, la de Ryosuke era de fresa con cubierta de chocolate mientras que la de Yuto era solo de frutas.
-Dicen que esa es muy buena, nunca la he probado-
Dijo Yuto refiriéndose a la paleta de Ryosuke.
-¿Quieres probar?-
Dijo Ryosuke mientras acercaba la paleta hacia Yuto, este accedió sonriente y le dio una mordida.
-Si que esta buena-
Esbozó una gran sonrisa mientras saboreaba aquel pedazo, Ryosuke solo lo observó fijamente y sonrió, se sentía tan relajado ahora, todo lo relacionado a Takaki había desaparecido, sentía que aquello ya no tenía más importancia ahora.
-Tu y yo somos muy parecidos-
Dijo Ryosuke repentinamente.
-Vivimos solo con uno de nuestros padres, repartimos los deberes, pero lo más importante es que, podemos sentir la misma soledad, todos los días sabes que al abrir la puerta no habrá nadie a quien puedas decirle “Estoy en casa”, simplemente entras y te sientes envuelto por aquella soledad sin nada que hacer-
Yuto observó detenidamente a Ryosuke y después miró hacia el frente.
-Tienes razón-
Después de esto, ambos chicos se quedaron en silencio, terminando de comerse su paleta helada.

Un pequeño momento de silencio y la luz del atardecer comenzó a hacerse notar.
-¿Quieres cenar aquí?-
Le preguntó Yuto con amabilidad.
-Si-
Respondió Ryosuke, se sentía tan bien junto a Yuto que menos ganas tenía de volver a casa.
Así, Yuto se puso de pie y encendió la luz, se dirigió a la pequeña cocina y comenzó a preparar la cena.
-Te ayudaré a limpiar un poco-
Dijo Ryosuke con amabilidad.
-Muchas gracias, ya verás que la cena quedará deliciosa-
Ahora Ryosuke estaba seguro de que su nueva vida junto a su nuevo hermano no sería tan mala, al contrario, podría resultar ser algo bastante bueno y agradable.

Ambos se encontraban cenando tranquilamente cuando escucharon la puerta abrirse.
-Estoy en casa… ah estoy muerta-
La madre e Yuto había llegado.
-Mamá ¿en donde están tus modales?-
Preguntó Yuto con cierta burla.
-¿Eh? ¿Modales?-
En cuanto la señora terminó de quitarse los zapatos se quedó perpleja al ver a Ryosuke comiendo tranquilamente.
-¡Ah! ¡Yamada-kun! Hay no… ¿Qué haces aquí? ¡Oh por dios! ¡Yuto como te atreves a invitarlo cuando la casa esta hecha un desastre! Ah… Yamada-kun, disculpa al tonto de mi hijo, es tan irresponsable-
Dicho esto, le dio un golpe en la cabeza a Yuto.
-¡Mamá! Deja de preocuparte no es para tanto-
-¡¿Cómo que no es para tanto!? ¡Tonto escarabajo! ¿¡Que no sabes que Yamada-kun esta acostumbrado a la limpieza y el orden?!-
Yamada se quedó asombrado con aquella escena, en verdad que ambos se llevaban muy bien.
-Ah… Yamada-kun, no creas que solo soy así en casa, tu padre también conoce esta parte mía… ah ¡Por dios la basura! ¡Te dije que hoy era tu turno de sacarla!-
Dijo esto último refiriéndose a Yuto.
-Pero esta semana te toca a ti-
-¡Te deje una nota diciendo que la tiraras!-
-¿Por qué no dejas de alterarte y cenas con nosotros? Debes venir hambrienta-
Dijo Yuto tratando de tranquilizar a su madre.
-¡No me cambies el tema jovencito!-
Reclamó su madre mientras se acercaba a la mesa. Yuto solo sonrió, se puso de pie y le sirvió la cena a su madre.
Después de un rato, los tres cenaban tranquilamente, como una nueva familia.
El sentimiento que estaba experimentando Ryosuke ante semejante hecho era especial, cálido, feliz.

Rato después, los tres conversaban tranquilamente hasta que alguien toco a la puerta.
Yuto se levantó para abrir.
-¿Ryosuke está aquí?-
Preguntó el padre de Yamada, al parecer estaba exhausto.
-Papá…-
Dijo sorprendido al verlo.
-¿Cómo supiste que estaba aquí?-
Preguntó curioso mientras miraba con cierta sospecha a su padre.
-Yo le avise-
Respondió Nanami-san.
-Me sorprendí mucho al saber que estabas aquí y vine corriendo…-
-No exageres papá-
Dijo Yamada mientras se ponía de pie.
-Es tarde, volvamos a casa-
Dijo mientras se ponía los zapatos y le daba una palmada en el brazo a su padre.
-Esta bien-
-Los acompañamos a la salida-
Dijo Nanami-san, mirando después a Yuto quien accedió con una sonrisa.

Al estar los cuatro afuera del edificio, Ryosuke al fin pudo decir.
-Nanami-san, cuida por favor de mi padre, es un hombre torpe y descuidado, en verdad espero y seas la esposa que él necesita, será un gusto formar una familia nueva contigo-
Sus palabras eras sinceras, en verdad lo sentía, el haber convivido así con Nanami-san y con su hijo Yuto le hizo ver que tal vez el tener una nueva vida, el comenzar con algo nuevo no tenía por que ser algo malo después de todo.

Los días pasaron y al fin el día de la mudanza llegó.
-¿Así que hoy llegará tu nueva mama y tu hermano a casa?-
Le pregunto Daiki mientras comía su almuerzo.
-Si, seguramente cuando salga de la escuela ya habrán llegado-
-¿Y como te sientes?-
Preguntó Daiki con un poco de preocupación.
-Bien, estoy emocionado, después de todo mi nuevo hermano no es tan malo como creí, es en verdad una persona muy agradable, nos llevaremos bien-
-Es bueno saber eso, no quiero que llegues a mi casa de nuevo con una maleta en la mano-
Bromeó Daiki.
Las clases transcurrieron con tranquilidad, aquella sonrisa nunca se borró de su rostro, incluso se volvió más amplia cuando escuchó al fin la campana del fin de clases.

------------------------------------------------

Iba a ser solo un one shot pero.... estaba quedando DEMASIADO largo LOL y ahm decidí dividirlo en dos partes XD Espero y hayan disfrutado de esta primera parte, la segunda la tendré en breve, ya entre a clases oootraaa vez -w- pero esta semana es ligera [Mes patrio = semana ligera :D] así que voy a tener tiempo de terminarlo ^^

Espero y les haya gustado *----*